La semana pasada la televisión británica emitió el primer anuncio de Amazon en el país, durante el intermedio de XFactor (Factor X en versión española), uno de los programas con mayor audiencia y con gran audiencia infantil. En el anuncio no se pronuncian las palabras «Amazon» ni «Kindle», sólo aparecen niños disfrutando de la lectura (eso sí, en un Kindle) y explicando lo que sienten cuando leen.
Los niños lectores de hoy son los compradores de libros del futuro. Los lectores, los del presente y los del futuro, son el seguro de vida de las editoriales y librerías. Sin compradores de libros no hay negocio, para nadie. Lo expresaba muy bien Jorge Portland en este tuit:
Amazon entiende muy bien la importancia de sus clientes, y lo expresa en un servicio impecable y en anuncios como el que podéis ver más abajo. Las editoriales y las librerías españolas y latinoamericanas van a tener que cambiar radicalmente su forma de llegar (física y emocionalmente) al lector y de relacionarse con él si quieren sobrevivir.
El futuro del libro depende de los lectores.
Txetxu dice
El problema es que Amazon no busca lectores, sino compradores y no lo hace a cualquier precio, sino a cosnta, entre otras cosas, de unas condiciones laborales decimonónicas y casi esclavizantes.
Arantxa Mellado dice
Desconozco las condiciones laborales de Amazon, Txetxu, y si es como tú dices me parece muy triste. Pero lo que yo valoro en este post no es la ética Amazon como empresa, sino su capacidad de entender cómo atraer clientes, que compren y que vuelvan. Y de esa capacidad se benefician editores y autores, en mejores condiciones aquí que en otros países gracias al precio fijo.
Por otra parte, ¿qué hay de malo en buscar compradores? Si tu negocio es la venta de libros (y en este saco meto a autores, editores y libreros), un alto índice de ventas debería significar un alto índice de lectura, sobre todo en digital, cuyos libros no sirven para decorar salones.
Emilia dice
Concuerdo contigo Arantxa. Otro punto de reflexión es que Amazon se puede preocupar por vender y eso está muy bien, es su negocio. El punto de lanza serán los contenidos que esas tabletas necesitaran. Las editoriales tienen que apostar porque en esos lectores estén sus contenidos: pensados y editados para nativos digitales, que son los futuros lectores.
ale dice
Concuerdo con Txetxu, a Amazon le da lo mismo vender un libro o un zapallo, por suerte en Argentina tenemos leyes que fomentan la existencia de las librerías, las editoriales y el libro. No como en EE. UU. que no hicieron nada para protegerlos.