Ayer fue una de las noticias del día: en un ataque de pánico de su departamento legal, Amazon retiró de los Kindle de sus usuarios dos títulos de George Orwell porque la editorial que los había subido a la librería no tenía los derechos. Lo hizo de noche, sigilosamente, sin aviso previo y colándose en los dispositivos de lectura de sus clientes.
Devolvió el dinero, pero ¿justifica esto su actuación? En el mundo real, una acción similar (el librero colándose de noche en casa del cliente para llevarse Rebelión en la granja dejando un billete de 20 € pegado en los imanes de la nevera) se consideraría allanamiento de morada, violación de la intimidad y apropiación indebida, con los agravantes de premeditación, nocturnidad y alevosía. Pero es que en el mundo real existe una legislación que tipifica estos comportamientos.
También hubo reincidencia. A pesar de que las alarmas saltaran ayer, las quejas de usuarios que han visto borrados sus Iibros de Kindle llevan en los foros desde principios de año.
Pero aún hay más. El Kindle 2 permite subrayar páginas y tomar notas de la lectura. Las anotaciones pueden trasladarse al ordenador personal o permanecer en el Kindle. Si pierdes el dispositivo de lectura, pierdes tus notas; si se borra el libro digital, también pierdes tus notas. Por lo tanto, si Amazon te borra el libro, también borra tus notas. El usuario puede reclamar por la pérdida de su trabajo, incluso demandar a Amazon, pero ¿con qué pruebas, si se ha borrado todo?
La paradoja está servida: Amazon vulnera los derechos de sus lectores para proteger los derechos de los autores. Un gran error táctico departamento legal de Amazon, que está mordiendo la mano que le da de comer. Quizá evite hoy pagar indemnizaciones a los poseedores del copyright, pero si descuida y maltrata a sus clientes corre el riesgo de perderlos.
Las editoriales y librerías piden protección contra la piratería. Los autores claman por sus derechos. ¿Pero quién protege al lector?
Carlos dice
Me parece muy fuerte que pasen cosas como ésta. Se veía venir, ya que los libros electrónicos aún tiene muchas lagunas, y de momento están dando la razón a la edición en papel, que seguirá y por muchos años.
Ediciona dice
Tienes razón, Carlos, sin embargo, gracias a atropellos como éste se va avanzando en el reconocimiento de una serie de problemas y lagunas y, en consecuencia, se empiezan a poner límites.
De momento, Amazon ha enviado un comunicado de prensa disculpándose por lo sucedido y comprometiéndose a no volver a tomar medidas similares.