No comparto los argumentos que llevan a Lucía Etxebarría a dejar de escribir novelas. No creo que la manera de combatir la piratería sea dejar de publicar. Pero respeto su decisión, es su trabajo y puede hacer con él lo que le plazca.
Es natural que sus razones despierten opiniones contrarias, que haya controversia, incluso discusiones acaloradas. Pero lo que no entiendo es que para expresar el desacuerdo haya que recurrir al insulto, a la grosería, a la descalificación y a la violencia verbal.
Me dicen que de qué me extraño, que por qué me altero, si el debate de la Etxebarría es de patio de parvulitos comparado con otros que se despliegan en redes sociales, o con los que nos regala cada día la televisión, que cualquier día sustituirán los platós por cuadriláteros, para que los contertulios se arreen de verdad. Y eso que son contertulios, que a saber qué pasaría si fueran enemigos. Quizá la gente imita en las redes sociales lo que ve en la tele. Quizá se hace en la tele lo que, a falta de programa, se haría en las redes sociales. No es éste lugar para semejante debate sociológico.
Pero sí, la mala baba me produce rechazo. Y la agresividad injustificada. Y la mala educación. Y la falta de cortesía. Es la cara oscura de las redes sociales, la que convierte la conversación en confrontación, la que envalentona a decir lo que nunca se diría a la cara, la que saca lo peor de las personas y las transmuta.
Triste cara oscura que resta fundamento incluso a las opiniones mejor fundamentadas.
Patxi1980 dice
El mejor comentario que he leido en twitter en todo el dia sobre Lucia Etxeberria era algo asi como «llevo todo el dia buscando donde descargarme un libro de Lucia Etxeberria y no he encontrado ninguno».
Creo que la pirateria es la escusa perfecta para todo a día de hoy. Si hicieran las cosas bien, no podrian poner la escusa. Pero en este pais es mejor hacer las cosas mal y decir que la culpa es la pirateria, que mirar la verdadera razon.
Que mi libro cuesta mas en digital que en papel, la culpa es de la pirateria; no del tio que me pone el precio y me esta estafando.
Arantxa Mellado dice
Un mal endémico, y me temo que no sólo de este país, es que todo el mundo opina sin tener idea de nada. Basta con escuchar a los cientos de tertulianos que se despliegan por radios, televisiones y, ahora, redes sociales.
Juan Chulilla dice
Hay una cuestión importante a la que no se ha prestado atención: la solvencia del dato sobre la piratería en el que se apoya Lucía. Al darlo por bueno de forma tan acrítica, se le ha olvidado que, al poner la cara, el que afirma, prueba.
Y en un país soliviantado por la LES y las formas chulescas de quienes la defienden, inventarse «datos» es llover sobre mojado. En lugar de poner los puntos sobre las íes a quien debía, ha cargado contra sus lectores.
Eso es ponerse en el disparadero. Y conociendo a la internet hispana y a la mala follá nacional, el resto es predecible
Arantxa Mellado dice
Que ella solita se ha puesto en el disparadero, consciente o inconscientemente, no admite discusión. Que es lógico que haya recibido un aluvión de críticas, tampoco. Pero insisto en que para criticar no hace falta descalificar, agredir ni insultar. La grosería rebaja todos los argumentos, por buenos que sean, acaba desviando la atención de lo realmente importante y convirtiendo la discusión en pura porquería.
Se puede decir lo mismo y mucho más de forma educada y constructiva, como han demostrado Hernán Casciari («Para ti, Lucía«), Javi de Ríos («Lucía, no nos dejes«) o Enrique Dans («Sobre Lucía, sus libros y el camino equivocado«), por citar a algunos de los que han hablado sobre el tema.
Es cuando los argumentos razonados se imponen a las vísceras como se logran los avances, de otra manera, lo único que se consigue es que esa señora se convierta en una mártir de los «amigos de la piratería».
Bernat Ruiz dice
Hola a todos,
La virulencia del caso ha sido alimentada por el tipo de defensa que Lucía ha llevado a cabo en Facebook. Eso no excusa para la grosería, pero es un motivo. También es interesante porque, aunque sea a malas, demuestra que el diálogo con el público es posible, puede ser fluido -aun desde el cabreo- y me gustaría pensar que útil.
Pienso también que Lucía Etxebarría no tardará mucho en rectificar parcialmente: no dudo que no tardaremos mucho en ver la versión digital de su novela a la venta. Será entonces cuando ella misma podrá hablar con propiedad del impacto real de la piratería.
¿Por qué los editores que ya editan en digital no publican datos que contrasten descargas ilegales con compras reales? si de verdad las descargas ilegales son un problema y tienen los datos, nada mejor que publicarlos. Pero no lo hacen, sólo vemos a los grandes popes del asunto dando cifras irreales.
Arantxa Mellado dice
Yo no llamaría diálogo a lo que se ha publicado estos días, y menos fluido, ni creo que el cabreo descontrolado lleve a nada constructivo. Sin embargo, me parece que el cabreo es el mejor estímulo para despertar conciencias, y para ello sí ha sido de gran utilidad a reacción de Lucía Etxebarría. No hay como una buena provocación para sacar de la modorra las convicciones dormidas. Pero no me cansaré de insistir en que los malos modos restan razón a las mejores convicciones y lo empañan todo.
En cuanto a los datos, me temo que va a ser el caballo de batalla en los próximos tiempos, porque aunque los editores y los libreros (que son quienes realmente saben lo que se ha vendido) fueran transparentes con las ventas, nunca habrá claridad con la cantidad descargas ilegales, por lo tanto siempre se trabajará con datos basados en «suposiciones razonables». En fin, me temo que en este caso, como en tantos otros, estaremos a merced de lo que necesiten colocarnos en cada momento..