Editores y escritores llevan tiempo quejándose de la venta legal de libros impresos falsificados en Amazon, una piratería que últimamente ha aumentado.
Amazon domina el negocio del libro en EEUU: es la mayor librería, y además es editor, impresor, plataforma de autoedición, central de reseñas, suministrador de libros de texto y distribuidor en su cadena de librerías físicas.
Amazon vende en EEUU más de la mitad de todos los libros que se compran. Nuevos, de segunda mano, digitales y en audio. Directamente y a través de tiendas de terceros, a los que sirve de plataforma y redirige clientes.
Pero Amazon no controla lo que vende, ni comprueba su autenticidad y mucho menos su calidad. Tampoco supervisa a esos terceros vendedores a los que sirve de plataforma. El resultado es una especie de anarquía que afecta a todos los productos que se venden en Amazon, no sólo a los libros.
Editores y escritores llevan tiempo quejándose de la venta de libros falsificados y pirateados en Amazon, denunciando que ésta ha aumentado en los últimos tiempos. Ante esta situación, la compañía se comporta de forma más reactiva que proactiva, y toma medidas sólo cuando hay quejas de los compradores.
No estamos hablando de piratería digital, sino de falsificación de obras impresas ayudada por la tecnología de impresión bajo demanda (POD).
Escritores vivos y escritores muertos. Se piratea todo. De forma burda y de forma refinada. Fotocopiando, escaneando y tuneando originales. A través de la propia imprenta de Amazon (Create Space) o por medio de distribuidores-impresores, como Ingram Sparks. Todo vale.
La versión pirata de Murder on the Orient Expressde Agatha Christie estuvo dieciocho meses a la venta en Amazon, a pesar de las quejas de los clientes que, en sus opiniones, la tachaban de “monstruosidad” por la cantidad de errores tipográficos y de maquetación que presentaba.
Con los escritores vivos los falsificadores a veces se toman más molestias, por aquello de que quizá están más pendientes de sus ventas. Cambian la cubierta, alteran el apellido del autor e incluso falsifican el logo de la editorial (donde decía McGraw ponen McRaw). El resultado son libros aparentemente distintos, pero son exactamente el mismo. Y publicados a través de la propia plataforma de Amazon, que los imprime sin control dándoles total impunidad.
Pero los libros técnicos se llevan la peor parte, por ser más caros y más fáciles de falsificar. Se cambia el título por el subtítulo, se asigna una nueva cubierta, se le pone un nuevo autor –aunque se le otorguen la biografía y los méritos del autor original–, se copia enteramente el contenido, y ya tenemos un nuevo libro, calco del original, que Amazon venderá junto a éste.
¿Se trata de una negligencia por parte de Amazon? No, si se tiene en cuenta la idea que subyace en su modelo de negocio: se presupone la buena fe de todo aquél que pone a la venta un artículo en su tienda hasta que se demuestre lo contrario. «Es su responsabilidad [del vendedor] asegurarse de que su contenido no viole las leyes o los derechos de autor, marca registrada, privacidad, publicidad u otros derechos», informa a los posibles editores y vendedores. Esta misma idea subyace en los contratos de otras librerías con plataforma de autoedición, y de muchos distribuidores de libros digitales.
Sin embargo, la falta de control y el aumento de los productos pirateados y falsificados pueden generar una crisis de confianza en Amazon. Por parte de los creadores de contenido y por parte de los compradores de contenido.
El pasado febrero, en una de esos raros informes sobre su negocio, Amazon incluyó por primera vez las falsificaciones entre sus factores de riesgo, afirmando que quizá no sean capaces de evitar que sus vendedores “vendan bienes ilegales, falsificados, pirateados o robados” de forma “ilegal o no ética”. La piratería empieza a ser un problema para Amazon, puede afectar a su credibilidad.
Aunque de momento el aluvión de falsificaciones y copias parece beneficiarle más que perjudicarle, ya que incrementa su negocio. Hay editoriales que calculan que el 25% de las ventas de sus libros impresos en Amazon son de títulos pirateados. Ellas no ven ni un dólar por esas ventas fraudulentas; Amazon percibe su comisión pese a su origen. Para evitarlo, algunas editoriales han decidido crear su propia tienda dentro de Amazon, una forma de intentar tener la exclusiva sobre sus propios títulos. Su forma de vencer al sistema es trabajar más estrechamente con el sistema. Es como si Anagrama pusiera una librería dentro de El Corte Inglés para evitar que la librería de El Corte Inglés vendiera (inconscientemente) copias pirata de sus libros.
Un sistema perverso pero necesario si tenemos en cuenta el peso que en EEUU tiene Amazon en las ventas. Hay editoriales totalmente cautivas de los resultados que Amazon les ofrece.
Sin embargo, el problema de las falsificaciones debe de empezar a preocupar seriamente a Amazon, porque también en febrero presentó su llamado Proyecto Zero: da a los productores –en nuestro caso autores y escritores– la posibilidad de eliminar copias y falsificaciones de la venta. Es decir, deja de ser necesaria la denuncia previa a la empresa.
Son sólo parches. Amazon seguirá poniendo a la venta cualquier cosa mientras nadie demuestre su falta de autenticidad. Está en su derecho. Y cumple con su obligación de retirar de la venta los productos pirateados y falsificados.
Si esto generará una auténtica crisis de confianza que acabe perjudicando a Amazon y beneficiando a las demás librerías, ya se verá. Yo tengo mis dudas,
De momento el autor y el editor también están en su derecho de no poner nada a la venta en Amazon. Si pueden permitírselo.
Fuente:
«What Happens After Amazon’s Domination Is Complete? Its Bookstore Offers Clues»
Por David Streitfeld
Publicado en The New York Times
Buenas tardes auto publiqué con Amazon ,tengo propiedad intelectual y ISBN propio.
He visto mi libro en venta en varias páginas.
Eso es posible sin mi autorización ?
Gracias
Hola, María José.
Si no has dado consentimiento expreso, tu libro no debería estar a la venta fuera de la web de Amazon.
te aconsejamos revisar el contrato y hablar con los administradores de Amazon
Un saludo