En países anglosajones, los dispositivos lectores de libros digitales suelen identificarse con la marca a la que pertenecen: Kindle, Sony Reader o iLiad. Como en lengua castellana aún no existe un consenso respecto a cómo denominar a un aparato que cada vez adquiere mayor protagonismo en el mundo del libro, en Ediciona creamos una encuesta con el objetivo de determinar cuál era el nombre más apropiado para el lector de libros electrónicos en España.
Tomando distancia con palabras castellanizantes, los resultados indican que la opción eReader es la preferida del público con un 49% de los votos, seguida de E-libro (19%) y Libro electrónico (16%). Menos populares fueron las opciones de Portalibros (13%) y Lector (11%).
Entre los términos propuestos por los votantantes destacan DLD (Dispositivo Lector de Libros), Digilibro e E-lector.
A vosotros, ¿qué os parece?
Jose dice
Yo voté por ese, era el más lógico… ya estamos llenos de términos anglosajones, uno más no importa 😉
stgmarsan dice
¿Lo denominaréis así vosotros? Creo que en nuestros periódicos, blogs y demás se impone libro electrónico. Así, en un vistazo sin ninguna ciencia (soitu, jamillan, el navegante…).
ediciona2 dice
Lo que sucede es que no hablamos de un libro electrónico, sino del soporte tecnológico que lo contiene: eReader, según la mayoría de los encuestados. También lo denomina así -entre otros nombres como lector de eBooks o lector electrónico-, una de las fuentes que citas: http://www.soitu.es/soitu/2009/05/07/vidadigital/1241718757_029767.html
Saludos 😉
stgmarsan dice
Sí, es verdad, no hay que confundir soporte y contenido, aunque en este caso la parte parezca el todo.
HjorgeV dice
A propósito del mismo tema, se me ocurrió ‘digilibro’, pero con la certeza de que ya debía habérsele ocurrido a alguien. Así, me he enterado de que existe incluso un negocio con ese nombre y de la existencia de esta bitácora. Para mí, lo bonito sigue siendo no copiar del inglés sino buscar y rebuscar en nuestra idioma y con la ayuda de la imaginación y la creatividad, crear nuevas palabras. Precisamente lo que se hace en el idioma del que tanto se copia. Copiamos el contenido, pero no el ‘soporte’. Compramos el pez, pero seguimos sin animarnos a pescar.
Saludos desde Colonia