A río revuelto, ganancia de pescadores digitales.
Cierran las librerías, se pospone Sant Jordi, no va a haber Feria del Libro de Madrid hasta octubre (Covid dirá) y… ¡oh, sorpresa!, aumentan exponencialmente las ventas de libros en formato digital y audio.
Entonces muchas editoriales en España y Latinoamérica se lanzan a la caza de la venta en estos formatos. Si los tienen, porque muchos descubren que, vaya, su catálogo en digital es tirando a pobre o paupérrimo.
El siguiente paso es ponerse a regalar libros como si no hubiera mañana. Vamos a ser solidarios. Y empieza entonces una infernal carrera para ver quién es más generoso.
Y pasadas unas semanas, vemos que esta crisis va a durar más de lo previsto, y entonces ya no regalamos, que de eso no se vive, sino que rebajamos mucho el precio de los ebooks.
La comunicación con las librerías y las distribuidoras digitales echa humo, precio abajo, precio arriba. Y el editor que descubre que los distribuidores son unos tiquismiquis, que no se conforman con el cambio de precio, que les piden aún más información sobre el libro,
Aun así, las ventas en digital no siempre suben. Las de algunos sí, pero las de la mayoría de los recién aterrizados a la realizad digital no.
Porque la clave en las ventas no está sólo en el precio, como han podido comprobar muchos en las últimas semanas. El precio en digital es muy importante, pero ante una avalancha de ofertas a la baja, el libro necesita algo más que ser barato para ser vendido.
Los que me conocéis ya sabéis lo que viene ahora. Efectivamente, soy terriblemente previsible:
SIN UNOS BUENOS METADATOS NO HAY VISIBILIDAD, Y SIN VISIBILIDAD NO HAY VENTAS.
Así que de nada sirve bajar precios, porque pocos se van a enterar de que tu libro existe si no se lo envías al librero con la información adecuada.
Si en este nuevo baile quieres que tus ebooks sean los reyes de la pista, equípalos bien.
¿Cuáles son los metadatos que hacen más visible un libro digital?
En cuanto a contenido, los metadatos que hacen visible un libro en papel son exactamente los mismos que lo hacen visible en digital. Recordemos que el contenido que va a leer el lector suele ser igual, lo único que cambia es que el libro no está impreso sino que es un archivo digital.
Por lo tanto, debemos especificar todos los detalles que lo diferencian como formato, incluidos los datos comercio: tipo de archivo, tamaño, protección (DRM sí o no), accesibilidad para personas con discapacidad visual, ISBN, precio, quién lo distribuye, en qué mercados se puede vender, si hay restricciones para su venta, etc.
Estos metadatos de formato y comercio van a ayudar al distribuidor y al librero a nivel interno, pero no van a hacer que tu libro sea más visible.
Para dar visibilidad a un libro, para facilitar su descubrimiento por el lector, los datos que importan son comunes a todos los formatos. Así que aprovecha para entregarte a fondo con los metadatos de tus ebooks, tus libros impresos también te lo agradecerán.
Tres consejos clave:
– Escoge muy bien las categorías de materia, es decir, los códigos Thema.
He hablado en varias ocasiones de la importancia que tienen, así que me limito a recordar aquí que cuanto más pormenorizados sean los que escojas (a) más acertadamente van a clasificar tus libros los libreros, y (b) más fácil te va a ser llegar a tu auténtico público objetivo.
– Trabaja con mimo las palabras clave, esas keywords que tanto gustan a los motores de búsqueda. Para las palabras clave hay un campo específico. Si estás suscrito a Dilve lo encontrarás enseguida; si utilizas un programa de gestión de metadatos, como Onixsuite, también tendrás un campo específico para ello. Si no, tendrás que usar los formularios de los distribuidores y/o de las librerías.
No todas las librerías tienen en cuenta el campo de palabras clave pese a su importancia, pero también es verdad que suelen usarse tan mal que son un recurso a menudo poco valioso, cuando podrían ser auténtico oro.
Pero aquí hay truco: utiliza todos los campos de texto a tu alcance para incluir esas keywords que ayudarán a los buscadores a ofrecer tu libro como resultado de búsqueda: en las descripciones larga y corta, en el subtítulo, en la biografía del autor…
– Di a los lectores que pueden encontrar el libro en diferentes formatos. Esto se hace con el campo “producto relacionado”. Puede ayudarte a redirigirles desde la ficha del libro impreso a la del digital y, por tanto, a aumentar las ventas.
Lo dicho: es buen momento para dar un repaso al estado de los metadatos de nuestros libros, para completarlos, corregirlos y mejorarlos.
Este artículo fue publicado originalmente por Arantxa Mellado para Actualidad Editorial
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