Parece que a los editores podría salirles doblemente rentable el préstamo de libros digitales, ya que a los ingresos obtenidos por el préstamo pueden añadirse otros procedentes de la venta derivada de dicho préstamo, una tendencia que Amazon dice haber detectado en los usuarios Kindle.
Kindle Owners’ Lending Library es más un servicio de suscripción con limitaciones que un servicio de préstamo. Forma parte del paquete Amazon Prime, una opción «premium» para los usuarios que deseen un trato preferente y estén dispuestos a pagarlo. Por 79 $ al año, Amazon da a estos suscriptores una serie de ventajas en el envío de sus comprar, a las que añade la posibilidad de ver películas en streaming sin límite (y de comprarlas) y de leer gratuitamente un libro a elegir al mes (y comprarlo).
El pasado enero, tres meses después del lanzamiento del servicio, Amazon hizo públicos unos datos que sorprendieron a muchos: los propietarios de un Kindle suscritos a Amazon Premium que leyeron al menos un libro a través de KOLL compraron un 30% más que los propietarios de Kindle si este servicio.
Según Russ Grandinetti, director de contenido Kindle, esta tendencia se observa sobre todo en las series. Por ejemplo,
el 19% de los que leyeron el primer libro de la trilogía Los juegos del hambre, de Suzanne Collins, compraron el segundo libro en vez de esperar a que transcurriera el plazo para poder leerlo en préstamo [sólo se puede leer un libro al mes]. Es más, el 19% también compró el tercer libros de la serie.
Así pues, los editores estarían ingresando (en función de su acuerdo o no-acuerdo con Amazon) el precio completo o parcial del libro cada vez que éste es prestado, y además podrían obtener más ingresos por la compra de otros libros generada por este préstamo.
Si atendemos a otras experiencias similares —como la de Bloomsbury, que regala a sus lectores precuelas de sus series infantiles antes de lanzarlas—, parece que esta nueva forma de marketing sería exitosa sobre todo con las series de libros: se trata de crear en el lector la necesidad de leer más y lo antes posible, lo que lleva a la compra de los libros.
Con este argumento, los directivos de Amazon han convencido al CEO de Pottermore, Charlie Redmayne, para que permita el préstamo de los libros de la serie de Harry Potter a través de KOLL (Kindle Owners’ Lending Library), el servicio de préstamo de libros digitales de Kindle.
Es un acuerdo comercial que tiene mucho sentido incluso con un nivel de canibalización de mis ventas, pero creo que acabará suponiendo ventas mayores.
La forma en la que se ha estructurado el acuerdo significa que las ventas perdidas no se compensarán. Habrá algunos que tomarán prestados los libros de Harry y luego no los comprarán, pero Amazon nos paga mucho por ese derecho, por lo que es un buen acuerdo comercial.
Tendremos que esperar unos meses a tener datos, pero sabiendo que la serie de J.K. Rowling es un de las más prestadas en bibliotecas —según OverDrive— el éxito parece estar asegurado.
P.S. Por si alguno andaba con ganas de suscribirse, Kindle Owners’ Lending Library es un servicio sólo disponible en EEUU.
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ríos de tinta electrónica dice
Doce libros como máximo al año no está nada mal y muchos estarían dispuestos a pagar una cuota anual. A diferencia de otros sistemas de préstamo de libros electrónicos, en Amazon no hay lista de espera, renovaciones ni fecha de devolución. Espero que no tardemos años en ver algo así por aquí.
Un saludo y enhorabuena por el blog.
Arantxa Mellado dice
Muchas gracias, y enhorabuena por el tuyo.