El gobierno italiano ha decidido bajar el ISBN de los ebooks al tipo reducido del 4%. La decisión, en la línea de las tomadas por Luxemburgo y Francia, contraviene la directiva comunitaria del IVA que considera el libro digital un servicio –no un producto, como el libro impreso– y por lo tanto gravable con el tipo máximo de IVA de cada país.
Los italianos han recurrido a un subterfugio semántico para justificar la legalidad de su decisión y esquivar las consecuencias de la justicia comunitaria: han redefinido fiscalmente el concepto de libro. A efectos fiscales, se considerarán «libros», y por tanto productos, aquellos ebooks que dispongan de un código ISBN. Un ebook sin ISBN no es un libro, sino un servicio, y por tanto se le aplicará la tasa italiana del 22% de IVA.
Me parece una artimaña bastante burda, aunque muy creativa, que beneficiará sobre todo a la agencia italiana del ISBN, que va a ver cómo aumentan las compras de nuevos códigos.
La razón es simple: Amazon Kindle, Kobo Writing Life, Nook Press (Barnes&Noble), y todas las demás librerías que ofrecen a autores independientes y pequeños editores la posibilidad de vender en su tienda sin pasar por intermediarios, no utilizan el código ISBN como identificador, sino uno propio. Así pues, es posible vender libros en estas plataformas sin necesidad de solicitar un ISBN y pagar por él.
Por otro lado, los ebooks que llegan a Amazon a través de distribuidora (por ejemplo, de Libranda o de Bookwire), tampoco necesitan un ISBN específico para mobi, el formato propietario de Kindle. La distribuidora envía el archivo digital (normalmente con ISBN de formato EPUB) a Amazon, que lo convierte a mobi y lo sube a su tienda sin necesidad de tener un ISBN específico para mobi.
Según la nueva normativa italiana, todos estos libros digitales sin código ISBN específico para formato mobi deberán grabarse con el 22% de IVA. Lo mismo sucede para los libros autopublicados o subidos directamente a las librerías online con código propio: si no tienen un ISBN propio para formato EPUB y/o para formato PDF (o cualquier otro formato propio requerido) no pueden beneficiarse del 4% de IVA.
Los autores independientes y los editores van a tener, pues, dos alternativas:
1. Comprar códigos ISBN para los formatos epub, mobi, kf8, epib y demás que necesiten para poder vender en cada una de las plataformas. Para un autor es una inversión considerable.
De esta forma el precio de sus libros podría bajar un 18%, beneficiando a los lectores y, probablemente, a las ventas.
O bien, podrán mantener el precio y beneficiarse con un 18% extra en sus ingresos (la diferencia entre el 22% y el 4% de IVA).
La decisión dependerá de la estrategia y visión comercial de cada uno.
2. Dejar las cosas como están, no comprar códigos y sentarse a ver cómo les va a los aventureros que sí experimenten e inviertan en esta nueva alternativa.
Sea como sea, probablemente en 2016 se observe una curva ascendente en la publicación y venta de ebooks en Italia.
En cuanto a si la CEE aceptará o no pulpo como animal de compañía, ya se verá, seguramente no, pero se alargará más el proceso sancionador.
Arantxa Mellado
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