La venta de libros digitales en el mundo está teniendo un enorme incremento, a pesar de que su consumo sea aún muy minoritario, y está reforzando una serie de canales nuevos de comercialización que hasta ahora habían sido inalcanzables para las editoriales, como las descargas para móviles.
Este nuevo aspecto, que podría ser considerado una desventaja para el libro en papel, puede convertirse en un enorme beneficio para los editores más avispados. Una de las ventajas de Internet es que permite medirlo casi todo y que puede dar datos imposibles de recabar fuera de su ámbito. Por ejemplo, un librero sabe cuántos ejemplares vende de un libro, pero no cuántas personas los ojearon antes de comprarlos, ni qué páginas vieron, y lo que es más importante, no puede saber cuántas personas los ojearon y luego no los compraron, ni por qué. Ese porcentaje de abandonos es perfectamente mesurable en una página web y puede ser una fuente de datos de un valor inestimable para un editor. Si 100 personas sintieron la suficiente curiosidad como para entrar a ojear su libro, ¿qué fue lo que los desanimó de comprar? ¿La cubierta, la maqueta, el tipo o el tamaño de la letra, el precio, o simplemente le lectura de las primeras páginas?
El libro digital puede ser para el editor una forma barata de experimentar con un libro y de optimizarlo antes de asumir los caros costes de impresión y distribución. Internet ofrece valiosas herramientas que pueden ayudarle a escoger el mejor título, la cubierta más atractiva, el texto de contracubierta con más gancho e incluso las mejores primeras páginas.
¿De qué estamos hablando?
– Blogs. Lo más sencillo es interactuar con los futuros lectores a través de un blog. Son muchos los autores que se sirven ya de los blogs incluso durante el periodo de escritura de la novela, y también son cada vez más las editoriales que usan los blogs como forma de promoción de las novedades. El blog es un canal directo de comunicación con el lector, el futuro comprador, ¿por qué no preguntarle su opinión antes de lanzar el libro? El primer ejemplo en España lo dio Javier Celaya, que decidió la cubierta de su último libro guiándose por las opiniones de los lectores de su blog. Estos no sólo escogieron la propuesta que más les gustaba, sino que aportaron ideas que ayudaron a mejorarlas.
– Canales de venta: Los diferentes canales de venta que ofrece el libro digital también pueden ser una interesante fuente de información. Pueden ofrecerse versiones beta diferentes para cada uno de los canales de venta y dispositivos de lectura (móvil, e-reader, ordenador…) y adaptar la versión impresa a la beta más exitosa.
– Las herramientas de Google:
Google Analytics. Google ofrece herramientas muy útiles para sacar el máximo provecho de una página web. Analytics puede indicar de manera muy precisa cuántos usuarios vieron cada página y dónde hicieron clic. Por ejemplo, en la web de una librería, el librero podría saber cuál es el libro que recibe más visitas y cuántas de estas visitas se convierten en compra. Si el número de visitas al libro es mucho mayor que el de ventas, con Analytics podremos saber dónde perdió el interés el lector: en la imagen de cubierta, después de ojear el índice, tras leer los primeros párrafos… Si el abandono se produce habitualmente en el mismo sitio es que algo falla, y si lo ojeado es un libro digital aún se estará a tiempo de rectificar lo que no gusta antes de imprimirlo y venderlo en papel.
Google Adwords: Adwords es una buena manera de detectar los títulos que pueden llamar más la atención a los lectores Es una herramienta que nos dice cuáles son las palabras más buscadas en Google y en qué países. Se puede hacer una comparativa con distintos títulos, y Google nos dirá cuál de las combinaciones de palabras sería la más buscada.
Google optimizer. El programa Optimizer da la posibilidad de colgar en Internet varias versiones de una misma página o de parte de ella, por ejemplo, el espacio reservado para una novedad. Es decir, si existen dudas sobre qué será más efectivo, si poner la foto a la derecha o a la izquierda, el nombre del autor en negro o en azul, o sobre cualquiera de las infinitas posibilidades de diseño, se pueden solucionar con el Optimizar. Basta con colgar todas las posibilidades, y Google, pasado un tiempo, le dará un informe de cuál fue la más visitada y dónde se detuvieron más los usuarios. Lo veréis más claro con esta demo explicativa.
Probablemente estas propuestas parecerán obvias a algunos y excesivamente complicadas a otros, pero son realidades que están al alcance de todos y que forman parte de lo cotidiano de otros sectores empresariales. Parece ser que la crisis aún no ha alcanzado de lleno al sector editorial, pero son muchas las editoriales que están reduciendo los títulos del catálogo. Ésta puede ser una oportunidad excelente para empezar a experimentar con nuevas formas de marketing y optimización de los recursos.
El libro digital puede ayudar a optimizar el libro en papel…
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