Audible, un portal norteamericano de audiolibros y podcasts (programas de radio y artículos periodísticos en formato sonoro), ha sido comprada por 300 millones de euros por el gigante Amazon, que está decido a alargar sus tentáculos a todos los formatos posible de venta en la red.
Contrariamente a EEUU, donde escuchar una novela es actividad habitual, España ha sido tradicionalmente un mercado reacio a los libros leídos. Hay libreros que dicen tener aún en la trastienda una colección de cassetes que lanzó Alfaguara hace diez años, un rotundo fracaso.
Tampoco se ve a los editores españoles muy por la labor de subirse al carro del mercado del audiolibro, al menos de momento. En las jornadas sobre el futuro del libro desarrolladas en Fnac-Triangle hace un par de semanas, Santos Palazzi, director de Mass Market de Planeta, afirmó que la editorial no contempla de momento entrar en el negocio, por lo elevado de los costes de grabación y por la poca cultura de escuchar libros que hay en este país.
Sin embargo, son cada vez más numerosos los portales dedicados a la descarga gratuita o de pago de audiolibros en español. De hecho, los libros en español que se ofrecen en Audible provienen del fondo de Fonolibro, una empresa ubicada en Miami. Y es que las condiciones cada vez se vuelven más favorables a este formato: la simplicidad de la descarga en mp3 y de grabación en cd, el precio (entre 7 y 100 euros, dependiendo de la profesioalidad del narrador, además de los que son gratuitos), la facilidad de ser escuchados en cualquier situación, el acceso que supone a la literatura y contenidos académicos a personas con problemas de visión…
Quizá sólo sea cuestión de tiempo.
JALOQUE dice
A mi me parece una gran idea la de los libros de audio, sobre todo cuando se conciben como un complemento reversible, del escrito al audio y viceversa, que tal vez es lo que no se ha resuelto.
Pienso que los escritores no vemos totalmente «redondo» lo uno sin lo otro.
Para poesia creo que sería ideal.
De hecho, hace bastantes años, participé en un proyecto nacido en Miami que incluía poemas ( algunos mios), con música especialmente compuesta para ellos.
Lástima que en España la idea no cuajó y quedó a medias, con una música que lo realzaba, de un compositor muy conocido ,y con una técnica muy sencilla para la grabación conjunta.
Enfin…….. se ve que aquello se adelantaba demasiado a los tiempos.
jaloque_2@hotmail.com
Catorc3 dice
En EEUU escuchar una novela es habitual porque la gran mayoría necesita pasarse horas al volante para acercarse o regresar del puesto de trabajo. De todos modos, me da la impresión de que las ventas de audiolibros tampoco son la gran bicoca. Pero sólo es eso: una impresión.
Una vez me compré una novela en cintas de casete. Eran como 16, por lo menos. Creo que al cabo de un par de cintas la voz del tipo que la leía me había rayado por completo. Sin embargo, escuché en una ocasión a Vikram Seth leyendo un extracto de su novela «Una música constante», y el eco de su voz aún me llega de lejos. «¡Julia! ¡Julia!» Me hubiera encantado escuchar toda esa preciosa novela leída por él, pero hoy en día que alguien te lea algo es un lujo, y sale muy caro.
Pero puede que un bonito día…
Audiolibro dice
Parece que el mercado editorial está disparado, desde la fecha en que se publicó este artículo ha llovido mucho y hay varias compañías de referencia en lo que se refiere a venta online de audiolibros, la mayoría son lo bastante grandes como para ser productoras a la vez.
Lo cierto es que la falta de tiempo generalizada hace que la gente se plantée escuchar libros cuando hace poco tiempo el formato de lectura digital (cualquiera) era casi una blasfemia a oídos de los otrora ávidos lectores…