De forma muy discreta algunos agentes literarios españoles han empezado a cambiar las reglas del juego en su rol, pasando a mediar entre autores y editores para hacerlo entre autores y lectores.
El pasado 13 de abril se presentó IBUKU, una colección de libros digitales impulsada por seis agencias literarias bajo los auspicios de la tienda digital Leer-e.
[Últimamente me suena todo igual: Booquo, Bubok, Ibuku, B de books, Vooks, Skoobe… Creo que es hora de que las empresas empiecen a cambiar de criterio a la hora de escoger nombres relacionados con el libro digital.]
La nota de prensa de IBUKU menciona a leer-e como «editorial» implicada, quizá en un intento de normalizar una situación que per se no lo es: que unos agentes literarios se lancen a vender las obras de sus autores sin que medie un editor. Y es que las agencias literarias Bookbank, Agencia Literaria CBQ, Ilustrata, IMC Agencia Literaria, International Editors’ Co y Susanne Theune & Asociados han decidido dar un salto en la cadena de valor del libro y publicar sin el apadrinamiento de un sello editorial. Un movimiento en la estela de lo que la agencia de Carmen Balcells empezó con la creación de la colección Palabras Mayores, también con Leer-e, y que sigue presentando batalla.
No quiero restar méritos a Ignacio Latasa, director de leer-e —quien me merece un gran respeto como pionero y visionario de la venta en digital en España, donde lleva capeando temporales desde 2006—, pero referirse a su empresa como una editorial me parece excesivo. Una editor tiene como principal función la selección de títulos y autores en la configuración de un catálogo que conformará sus señas de identidad. El editor decide qué y a quién publica. Pero la editorial Leer-e parece tener más la función de dar servicios editoriales dotando de un isbn a las obras seleccionadas y aportadas por los agentes.
Se aprecia claramente en la definición del objetivo de la colección, en el que habla de «Aportar un nuevo valor añadido a la labor del agente literario» y «Proyecto abierto y al que se adherirán nuevos agentes con nuevas obras y autores». Ni rastro de una mención al editor:
Objetivo de la colección
Bajo la premisa de aportar un nuevo valor añadido a la labor del agente literario, iBUKU aspira en primer lugar, a devolver al autor y al escritor un mayor control sobre su obra y al mismo tiempo potenciar la distribución de sus títulos a todo el mundo. iBUKU, que se define como un proyecto abierto y al que se adherirán nuevos agentes con nuevas obras y autores, consigue aunar agilidad, rapidez, profesionalidad e innovación.
Una auténtica declaración de intenciones de los agentes en reacción a uno de los mantras más repetidos últimamente en la industria del libro: la desaparición de todos los intermediarios que no aporten valor.
Quizá a los agentes les parezca que están redibujando y actualizando su oficio; a mí me da la sensación de que su oficio se extingue y que ellos acabarán reconvirtiéndose o bien en editores/seleccionadores a los que apoyar con su marca comercial (Carmen Balcells sólo representa a aquellos en los que ve auténtico potencial), o bien en prestadores de servicios editoriales de edición, producción y gestión de ventas. Pero mejor reconvertirse que extinguirse.
Aunque quizá estoy yendo más lejos que ellos en sus intenciones y no se trata más que de una demostración de fuerza para los editores («como no subáis porcentajes somos capaces de dejaros sin escritores») y los autores («¿veis como somos imprescindibles?»). Vaya usted a saber.
Patxi1980 dice
Aunque no tenga mucho que ver
buku es libro en indonesio (google translate), y yo pensaba que lo guay era poner los nombres en tsuajuli
PD: en tsuajili libro es kitabu
Arantxa Mellado dice
Lo piensas tú y el 90% de los nuevos empresarios digitales 🙂
GilbertoDidio dice
hola que tal? soy Venezolano y tengo una obra, es un libro de ciencia ficción, me ah costado mucho que lo publiquen, por motivos por el cual aquí no hay mucho campo en la ciencia ficción, en realidad es una colección que tendrá 5 tirulos en los cuales estoy escribiendo el segundo titulo, por mis recursos económicos no puedo costear los gastos de mis obras, saludos espero una buena respuesta…
Fulvio dice
Es que hermanito… escribes con una zapatilla. A ver si leemos más.
Pablo Gonz dice
Total que los agentes literarios también se están convirtiendo en editores (como hemos tenido que hacer muchos autores). Luego los editores y los agentes empezarán a escribir. Por último, los lectores imaginarán sus propios cuentos y los recitarán en voz alta: redescubrir la oralidad primitiva. Bello.
pincho dice
Muy acertado artículo: conciso y clarificador.
Arantxa Mellado dice
Gracias, pincho.
literanda.com dice
Gran parte de las iniciativas de páginas web dedicadas a la comercialización de ebooks basan su funcionamiento en ser un punto de encuentro para compradores autoinformados y autores autosuficientes y autoeditados. Como Amazon.
El concepto de selección es contrario a este sistema, basado en la sobresaturación. En todo caso la única selección apreciable es la autoselección, solo los más hábiles son leídos.
Arantxa Mellado dice
Cierto, las plataformas de venta de ebooks habituales se sustentan en criterios de selección o bien automáticos o bien basados en la habilidad de los promotores de los libros, normalmente sus autores. Esto no quiere decir que los resultados que ofrecen satisfagan a sus clientes.
La sobresaturación obliga a los editores a potenciar la imagen de su marca comercial; necesitan que el lector asocie su marca con un buen catálogo, de forma que en esas plataformas se hagan las búsquedas se hagan por el nombre editorial (como forma de ahorrar tiempo) o que prime la elección de un libro entre los propuestos por el sello de la editorial que lo publica
e-Diciones kolab dice
Esto es como el juego de las sillas, todo el mundo va dando vueltas y cuando el eBook se convierta en algo rentable habrá alguien que se quedará sin asiento…
Arantxa Mellado dice
Buena imagen 🙂
Revista estrambóticos dice
Estrambóticos es una revista de relatos que se puede adquirir tanto en formato papel como digital. Nosotros, los editores, somos nuestros propios distribuidores y agentes, además de escritores. Es un trabajo duro, pero gratificante.
Creemos que este es el presente y el futuro del campo editorial. Podéis visitarnos y apoyarnos en estramboticos.es
Jordi Carbonell dice
Creo que en el artículo se omite una parte importante de la finalidad de esa colección IBUKU:
1. Es de obras descatalogadas, con lo cual se convierte en una segunda oportunidad para obras que ya fueron seleccionadas por editores.
2. Es un servicio al autor que representamos las agencias.
3. Es también un servicio a los lectores que pueden continuar leyendo esas obras. Una aportación social.
4. No hay ninguna intención de saltarse a los editores sino saber aprovechar una oportunidad que nos da la tecnología.
Arantxa Mellado dice
Gracias por tu aportación, Jordi.
El artículo no duda de la vocación de servicio de los agentes a los autores ni de la oportunidad que para los lectores supone encontrar en digital una serie de títulos de calidad descatalogados. Llevo mucho tiempo diciendo en estas páginas que el futuro del mercado digital en España depende de la cantidad de contenidos legales a los que el lector pueda acceder.
Lo que cuestiono en este artículo no es que los agentes se lancen a vender directamente, sino cómo afecta esto al rol tradicional del agente.
Dices en tu comentario que «no hay ninguna intención de saltarse a los editores sino saber aprovechar una oportunidad que nos da la tecnología», sin embargo, a pesar de esa falta de intención, es incuestionable que os estáis saltando a los editores (queda claro que leer-e no es una editorial). Estáis alterando el flujo tradicional de la edición y estáis adoptando funciones que hasta ahora no os correspondían, para bien de unos y perjuicio de otros, y eso es lo que me lleva a plantear cuál va a ser vuestro papel en el futuro y en qué os reconvertiréis.
Jordi Carbonell dice
Tu pregunta puede ser motivo de un buen debate. Yo no me veo capaz de anticipar en qué nos acabaremos convirtiendo porque nuestra preocupación actual es el día a día. Creo que no nos gustaría convertirnos en nada distinto de lo que somos y ojalá podamos ejercer nuestra profesión durante muchos años, junto a los editores (porque no es nuestro papel), en distintos formatos que nos permitan llegar a más lectores, de nuevas formas, con nuevos autores, etc.
Arantxa Mellado dice
Un debate que te invito a mantener durante las Jornadas del próximo Liber, que este año vuelvo a organizar. ¿Qué te parece?
aLICIA dice
Arantxa:
hay algo que no me suena bien en tu argumento, no se a quien le queda claro que Leer-e no es una editorial. Lo dices con bastante facilidada y me parece que en eso estás mirando el tema desde una visión bastante tradicional y poco rigurosa, se llama editorial a las editoriales de auto-edición ¿no? y no dejan de ser editoriales. ¿quizás si lo sean porque son en papel?
Otra frase me parece tremenda ‘estais alterando el flujo tradicionanl de la edición’ Me encantaría ser tan importante como para haber hecho eso, pero me temo que el flujo tradicional de la edición está alteradisimo, sin necesidad de nuestra ayuda.
Vuelvo a repetir lo que dice Jordi, lo único que intentamos hacer es dar un servicio a los autores: libro que ya no están en el mercado, pero que merecen estarlo, y que los editores no puede editar, se lo damos a una editorial, Leer-e, que si puede y quiere.
Arantxa Mellado dice
Bienvenida a la conversación, Alicia.
Tendría que repasar todo lo que he escrito sobre autoedición, que ha sido mucho, pero creo que jamás he llamado «Editorial» a una de las empresas que ofrecen servicios de publicación a autores. Me he referido a ellas como «plataformas», «webs» o «empresas», pero nunca como «editoriales de autoedición». Porque no son editoriales ni están dirigidas por editores.
Dices que tengo una «una visión bastante tradicional y poco rigurosa» sobre lo que es una editorial, una afirmación que me sorprende viniendo de una agente literaria, porque los agentes sabéis mejor que nadie qué son los editores y para qué sirven. O al menos para qué servían. Ya lo he explicado en el post y no voy a volver a repetirme.
Ser tradicional y poco riguroso es intentar que un modelo nuevo (que es lo que estáis creando) quede disimulado en una estructura tradicional (que es lo que hacéis interponiendo a Leer-e como editor).
¿Queréis dar un nuevo servicio a vuestros autores practicando la venta directa? Adelante, nada obliga a los escritores a asociarse con editores. ¿Que así se ampliará el catálogo de ebooks disponible? Bienvenido sea, soy la primera en aplaudir. Son nuevos modelos de negocio que me parecen muy respetables.
Maru dice
Es fácil criticar sin conocer… Además, lo suyo sería destacar iniciativas como ésta ya suponen un respaldo para el autor, al poder llegar a más lectores cuando las editoriales deciden retirar o no reeditar un libro y darlo por muerto.
Además, los precios son asequibles, otra muestra más sensatez frente a precios a veces desorbitados, pero, claro, más vale criticar… El deporte favorito de este país.
Lástima que el critiqueo y, hablando de e-books, la piratería digital sean lo que más retrata a este país…
Arantxa Mellado dice
Hola, Maru.
Eso mismo digo yo: «Es fácil criticar sin conocer.»
Si lees el artículo con detenimiento verás que no es una crítica a la iniciativa, sino a la forma de presentarla. Y que lo que pretende poner de relevancia es cuál será el papel de los agentes en la nueva industria digital.
Luis dice
He llegado hasta esta página buscando un/una agente digital, como salida a la situación desesperante del sector. Y veo vuestra discusión. Creo que la agencia digital es necesaria y tiene su lugar:por una parte concede al/a autora la oportunidad de entrar en la arena y medir su potencial y, por otro, la novela que tenga éxito abrirá el campo de posibilidades a su autor autora. No veo contradicción. Como autor quisiera una editorial digital que se ocupase de los detalles técnicos para poder dedicarme a la creatividad. Sean pues bienvenidos. Cada cual tiene su lugar. Saludos.