LOS PROFESIONALES QUE APROVECHEN EL MARKETING DE CONTENIDOS Y SU PAPEL EN LA INDUSTRIA EDITORIAL PODRÁN CREARSE UNA IMAGEN DE MARCA ASÍ COMO AUDIENCIAS.
Joe Pulizzi es la cara pública del marketing de contenidos. Empezó a utilizar la expresión “marketing de contenidos” en 2001, y en 2007 participó en el lanzamiento de lo que sería el Content Marketing Institute (CMI). El boletín del CMI tiene cerca de 100.000 suscriptores, y el marketing de contenidos se ha convertido en algo grande.
Mike Shatzkin sugirió una definición práctica del marketing de contenidos: contenido que promociona un cliente o un producto, contenido creado para ser encontrado online y que se distribuye gratuitamente.
Según el CMI,
básicamente, el marketing de contenidos es el arte de la comunicación con tus clientes y potenciales compradores sin venderles… En vez de hablar de tus productos y servicios, les envías una información que hace a tu comprador más inteligente.
El CMI ofrece un ebook gratis, “100 Content Marketing Examples”, que describe blogs, webcast y podcasts, redes sociales, eventos, boletines, vídeos y apps. Las menciones a los ejemplos en impreso son para las revistas, catálogos y el correo ordinario. El CMI define cuatro canales primarios que usan los profesionales del marketing de contenidos: Facebook, LinkedIn, Twitter y YouTube.
10 ejemplos de Marketing de Contenidos con mayúsculas, que se encuentran en Business2Community.com, ofrecen un pequeño muestrario del estado de la cuestión. Se incluyen infografías, vídeos y campañas en Twitter.
El marketing de contenidos puede significar dos cosas para los editores. El significado más habitual es un nuevo contenido producido por contrato para la comunicación, que necesita el patrocinio de una corporación o una asociación. Pero el significado más importante es la creación de oportunidades para reutilizar el contenido de un libro publicado o pendiente de publicarse.
Las ventas especiales son un canal de ventas muy importante para la mayoría de los editores. La venta al mayor a clientes especiales se ha convertido en una práctica implantada en la industria durante décadas.
Hay que hacer una distinción entre el marketing de contenidos y las ventas especiales al mayor. Las ventas especiales pueden ser consideradas marketing de contenidos que no ha sido dirigido a un grupo en concreto. En el ejemplo más habitual de ventas especiales, una empresa compra un título al mayor para regalárselo a sus clientes con un objetivo más amplio que el simple negocio. El objetivo podría ser un simple regalo de navidad para sus clientes. Pero muy a menudo el tema del libro coincide con el mensaje que la empresa desea enviar a sus clientes. Piense en el marketing de contenidos como una venta de contenidos dirigida a un público diana. Para alcanzar la diana el contenido el contenido necesita, casi con seguridad, ser trabajado y redefinido para que se adapte a un mensaje de marketing específico.
Así como las ventas especiales han evolucionado para apoyar a responsables de ventas que entienden perfectamente la oportunidad y saben donde están los clientes potenciales, marketing de contenidos demanda un nivel especializados de intuición.
Tendencias
El marketing de contenidos está en sus comienzos, y los editores de libros están considerándolo como una potencial fuente secundaria de ingresos, junto con las licencias y el merchandising. La mayoría de los ejemplos de marketing de contenidos en este mercado se relaciona con los libros de no ficción.
Oportunidades
La industria del marketing de contenidos tiene mucho que mostrar a los editores acerca de cómo emparejar contenido con lectores, contenido que es brillante y atractivo y que llena un hueco en los temas populares.
Para los editores de libros, la práctica es escarbar entre el fondo de no ficción y considerar cada titulo:
- ¿Quién quiere saber acerca de este tema?
¿A qué asociación le puede encajar?
¿Qué proveedores suplen su mercado?
¿Qué otros temas hay asociados?
Hay otra oportunidad en una nueva publicación “crossover” (libros para varios tipos diferentes de público), una revista que parece un libro impreso. Es el llamado “bookazine” que actualmente comprende uno de los pocos puntos brillantes en la venta en quioscos. Dennis Publishing las llama “MagBooks”. La mayoría tienen su origen en archivos de revistas, pero no hay ninguna razón por la que la industria editorial no pueda jugar en esta partida.
El negocio del marketing de contenidos está creciendo rápidamente y está hambriento del contenido de alta calidad que la industria del libro provee.
Este texto es una traducción del artículo “11 Tendencias y Oportunidades en la edición digital de libros”, escrito por Thad McIlroy y publicado por Digital Book World en diciembre de 2014.
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