Ojeando la web del diseñador Enric Jardí, del que hacíamos refrencia en el último post, encontramos este sabio «septálogo».
«¿Realmente vale la pena cambiar el diseño de una publicación? ¿Eres de los que piensa que que el diseño es sólo un añadido y que no aporta ninguna funcionalidad? Nosotros pensamos que no. Un diseño adecuado no sólo puede hacer más bello un objeto sino que, sobre todo, aporta muchas soluciones que probablemente no esperas. A continuación te explicamos algunas de las ideas que nos han servido de motivación para nuestros trabajos durante mucho tiempo. Estaremos encantados de compartirlas contigo.
Una nueva maqueta es como mudarse de casa
[…] Modificar la maqueta de una publicación significa también replantearse si tienen sentido muchas de las partes —secciones, páginas, formatos…— que hasta ahora han estado ahí y nadie sabe exactamente por qué. De la misma manera también es el momento de crear elementos nuevos que pongan tu revista o periódico al día.
Piensa si plantearse un nuevo diseño en tu publicación puede significar una renovación de los contenidos. A veces hay que dejar que la forma invite a modificar el fondo.
Hay que ayudar al ojo
Una buena maqueta marca el camino al ojo del lector y lo ayuda a establecer prioridades para entender la información. Toda página necesita jerarquía y contraste. De hecho, un gran porcentaje de los diseños confusos, aburridos y poco brillantes de muchas revistas no lo son por defectos en la tipografia o en el color sino por falta de jerarquización de los elementos que la componen. Unos buenos estilos tipográficos, por ejemplo, son un código que se aprende rápida e inconscientemente y establecen claramente diferentes niveles de lectura. El lector se siente cómodo y seguro si sabe en que lugar de la publicación se encuentra.
No hay diseños buenos, hay diseños adecuados
Y no hay diseños malos sino diseños inapropiados. Crear una maqueta significa poner en marcha un producto que debe confeccionarse edición tras edición. Pero antes que eso hay que encontrar el lenguaje visual adecuado para el tema de la publicación. Ajustarse al tono y conectar perfectamente con el lector. Una revista de golf no debe ser bella, elegante o clasista. Una revista de golf debe, sencillamente, conectar con los lectores que aman el golf y no parecer ni una revista de gourmets ni una de camioneros.
Y un diseño adecuado es también identidad
Encontrar el tono, el lenguaje gráfico justo, puede significar dotar de personalidad al papel. En realidad se trata del primer paso de la inversión a largo plazo más rentable: crear una marca que devenga memorable para los lectores.
Una buena maqueta ahorra tiempo
Elaborar unos estilos tipográficos para un rango amplio de categorías, construir una retícula funcional y sólida o probar un número suficientemente largo de paletas de colores toma bastante horas. Pero este tiempo es incomparable con la cantidad de trabajo que se ahorra posteriormente cuando se maqueta una publicación sólidamente planeada.
Y ahorra dinero
De la misma manera, tanto las páginas preconfiguradas para las secciones fijas como los elementos complejos —despieces, gráficos…— ya preparados hacen que los maquetistas no tengan que perder el tiempo montando páginas a partir de cero. Dependiendo del modo de producción y del tipo de maquetista que tendrá que hacer el día a día, se pueden dejar preparadas muchas soluciones que aseguran un estilo unitario a la revista. Más allá del libro de estilo, esta fórmula es una verdadera inversión para el futuro.
Un nuevo diseño es una nueva voz
Cambiar la imagen de una publicación ya establecida significa volver de nuevo a llamar la atención del lector. Una renovación no es sólo mejorar lo que existe, sino presentarse nuevamente y adquirir protagonismo en medio de la cada vez más densa oferta editorial. Renovarse o morir.
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