«España desprecia la cultura como motor de trabajo, crecimiento económico y proyección internacional», con esta afirmación la Federación de Gremios de Editores de España ha presentado (12/04/2013) el Informe sobre el sector del libro y la protección de la creación cultural. En el documento se denuncia, en cuanto a la protección de la propiedad intelectual, que España no hace todo lo necesario para defender el sector cultural como motor de creación de empleo, crecimiento económico y proyección internacional. A continuación os reproducimos el apartado íntegro del informe donde se habla del nuevo escenario digital:
Los editores españoles, como los del resto del mundo, conscientes de la necesidad de transformación y de adaptación para los nuevos usos y hábitos de consumo, han estado
explorando, desde hace más de una década, todo ese mundo de posibilidades que han abierto las nuevas tecnologías.Además, en todos los subsectores del libro se ha conseguido poner a disposición de los lectores productos con una oferta que crece día a día. Según los datos de Comercio Interior del Libro elaborado por la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), el número de títulos digitales editados en 2011 ascendió a 40.328, un 243,3% más que en el año 2010 (576,6% más con respecto a 2009). Asimismo se digitalizaron 81.170 obras de fondo de catálogo.
Sin embargo, existe un desajuste entre oferta y demanda. La incidencia del libro electrónico en la facturación del sector en España sigue siendo muy reducida. En 2011, último con datos publicados, las ventas de títulos en formato digital alcanzaron los 72,60 millones de euros, lo que representa un 3% más que en el año 2010. El incremento con respecto a 2009, primer año en el que se incluyó la facturación de los libros digitales en el Estudio de Comercio Interior del Libro, fue del 41,6%. Esta cifra representa el 2,8% de la facturación del sector.
Si nos atenemos a las cifras, éstas no están muy alejadas del resto de países de nuestro entorno o de aquellos que cuentan con un potente sector editorial, salvo en EEUU y Gran Bretaña. Así, en Francia la facturación del libro electrónico en 2010, representó el 0,5% del total; en Alemania, el 1%, en Italia entre el 1 y el 2%; En Japón, el 1,1 por ciento, por poner algunos ejemplos. En EEUU representó el 8% y el Gran Bretaña el 5,8%.
Hoy, el número de lectores en soporte digital, según el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros 2012, supera la mitad de la población española mayor de 14 años (58%). Si nos referimos solo a los lectores de libros en este formato, desde 2010, el porcentaje se ha incrementado en 6,4 puntos, hasta situarse en el 11,7% de la población. Pero también es muy importante conocer cómo acceden estos lectores a los contenidos digitales. Según el Barómetro, el 64,4% de los lectores entrevistados se descargó libros de Internet de forma gratuita. Un 37,9% pagó por ellos. Este porcentaje se ha reducido en 4,9 puntos con respecto a 2011. Los lectores entrevistados que adquirieron libros digitales señalaron que sólo pagan 4,5 libros de cada 10 que leen. Los otros 5,5 los consiguieron gratuitamente.
Otro estudio, el Observatorio de Piratería y Hábitos de Consumo de Contenidos Digitales 2012, elaborado por la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos, señala que la mitad de la población internauta descarga ilegalmente contenidos, de ellos, el 12% descarga libros (un total de 226,9 millones de descargas ilegales, por un valor de 586,2 millones de euros). Los datos del estudio dejan a España el “dudoso” honor de ocupar uno de los primeros puestos entre los países en el que menor respeto a la propiedad intelectual.
Fuente: Informe sobre la situación de la industria y el comercio del libro con respecto a la protección de la creacion cultural Informe sobre la situación de la industria y el comercio del libro con respecto a la protección de la propiedad intelectual
Josep M. Vinyes Espanya menysprea la cultura com a motor de treball, creixement econòmic i projecció internacional
En un país como éste en el que no ha habido cultura del trabajo no extraña que prendiera tan bien la del pelotazo.