«Cada maestrillo tiene su librillo». Cada escritor tiene sus costumbres y reglas personales. Algunas no superan la categoría de manías y quedan como pura anécdota en una biografía; sin embargo otras pueden resultar de ayuda para noveles o ejemplo de buenas prácticas de manual, sobre todo cuando provienen de un escritor consagrado.
El periódico británico Guardian ha preguntado varios autores contemporáneos por esas reglas de oro que aplica a su trabajo diario, y el resultado ha sido un interesante conjunto de consejos dados por Margaret Atwood, Rose Tremain, Sarah Waters, Hilary Mantel, Roddy Doyle,Will Self, Michael Moorcock, Zadie Smith y Michael Morpurgo.
Recogemos y traducimos las reglas de oro del escritor de la veterana Margaret Atwood, enumeradas con humor y sentido común.
1. Llevo un lápiz para escribir en los aviones. Las plumas gotean. Sin embargo, si la mina se rompe no lo puedes afilar porque no se puede llevar un cuchillo a bordo. Así que llevo dos lápices.
2. Si al segundo lápiz se le rompe la mina siempre puedes recurrir a una lima de uñas de metal o de cristal [¿cómo consigue la señora Atwood pasar una lima metálica por los controles de seguridad?]
3. Lleva algo para escribir. El papel es bueno. En un apuro, pedazos de madera o tu propio brazo son útiles.
4. Si usas un ordenador, guardar siempre los textos en un lápiz de memoria.
5. Haz ejercicios de espalda. El dolor distrae.
6. Mantén la atención del lector. (Probablemente lo lograrás si tú consigues mantener la tuya). Pero no sabes quién es el lector, así que es como pescar peces con una honda en la oscuridad. Lo que fascina a A matará de aburrimiento a B.
7. Lo más probable es que necesites un diccionario, una gramática elemental y un asidero a la realidad. Esto último significa que no hay almuerzo gratis. La escritura es un trabajo. Es también un juego. No te dará un plan de pensiones. Algunas personas te pueden prestar ayuda, pero en esencia lo que cuenta eres tú. Nadie te obliga a hacerlo: tú lo elegiste, así que no te quejes.
8. Nunca puedes leer tu obra con la inocente expectativa que tienes en la primera y deliciosa página de un libro nuevo, porque tú la escribiste. Has estado entre bambalinas. Has visto cómo los conejos se metían en el sombrero. Pídeles a un par de amigos que le echen un vistazo antes de lanzarlo al negocio editorial. Pero es mejor que no tengas una relación romántica con ninguna de esas personas, a no ser que quieras romper con ella.
9. No te quedes sentado en medio del bosque. Si estás perdido en la trama o te has bloqueado, vuelve sobre tus pasos allí donde erraste. Y toma otro camino. Y/o cambia al personaje. Cambia el tiempo. Cambia la primera página.
10. La oración debería funcionar. O leer algo más. O una visualización constante del Santo Grial que es la versión final y publicada de tu esplendoroso libro.
Carlos dice
Unos buenos consejos para todos los que se inician en el difícil mundo de la escritura.
Los últimos libros que me leí sobre consejos de la escritura fueron el de Stephen King «Mientras escribo», que lo recomiendo y el de Jordi Sierra i Fabra «La página escrita» que es todo un manual de cómo escribe el autor tantos libros (más de trescientos en su carrera literaria).
Saludos.