Pues no, parece ser que no es suficiente para algunas editoriales, que exigen también buena presencia, como esos caballeros que aparecen en los anuncios por palabras de los diarios.
De todos los retratos de Jane Austen, sólo es uno considerado auténtico, y no por todos los estudiosos: el dibujado por su hermana Cassandra que se expone en la Nacional Portrait Gallery de Londres. En él aparece una mujer ojerosa con cofia de encaje, labios finos y desdibujados y aspecto de no gozar de buena salud, a la que de nada le ha servido ser una de las grandes escritoras en lengua inglesa de todos los tiempos.
Y es que para los responsables de la editorial británica Wordsworth «no era precisamente atractiva» para aparecer en la cubierta de la reedición de A memoir of Jane Austen, biografía que sobre ella escribió su sobrino James Austen-Leigh. «Desgraciadamente, la gente juzga los libros por la cubierta», y a mayor atractivo, mayor posibilidad de compra. Así que, ni cortos ni perezosos, recurrieron al estilismo para hacer de Jane una rejuvenecida y lozana muchacha.
No quiero ni pensar lo que le pueden hacer a la pobre Doris Lessing. Quizá tampoco baste ganar el premio Nobel para vender sus libros.
Catorc3 dice
Es lo que tiene lo del Photoshop. El otro día corría por Youtube un video sobre un tipo que ha logrado realizar un plug-in, o algo así, con el que se puede encoger o alargar las fotografías. La demostración era espeluznante. Lograba que dos objetos muy juntos pareciesen muy lejanos (el espacio intermedio se alargaba de forma correcta y proporcional, sin el efecto de «estirado» que se ve a menudo en otros trabajos menos profesionales) y viceversa.
Me dio por pensar que el tipo se hará de oro, y que pronto veremos fotografías en las que se aplicarán esos efectos hasta en la sopa.
De todos modos, los de Wordsworth han convertido a mi Jane en una payasa, que una cosa es pellizcarse las mejillas para darles algo de color, y otra muy distinta eso que le han hecho a la pobre.
Lorenzo Bermejo dice
es verdad, se han pasado! le han puesto dos bolas de colorete que parece un arlequín, o un payaso.
arantxa dice
Quizá se le han subido los colores de pura vergüenza por lo que le han hecho.