Podía suceder y ha sucedido, la guerra por la supremacía entre las grandes librerías on line empieza a perjudicar a los lectores y editores. La primera muestra acaba de ser noticia: Amazon tendrá en exclusiva durante un año los superventas The 7 Habits of Highly Effective People y Principle-Centered Leadership, de Stephen Covey, a quien dará a cambio el 50% en concepto de derechos de autor. Esto quiere decir que si usted tiene un dispositivo de lectura que no sea el Kindle no va a poder leer estos libros, al menos en su versión digital. Y que Simon & Shuster no va a ver un céntimo por un libro cuyos derecho tiene en papel.
¿Qué pasará si el acuerdo de exclusividad se convierte en una nuevo campo de batalla en la guerra por el lector?
Imaginen lo que podría ocurrir en España:
En la actualidad existen cuatro grandes distribuidoras-librerías digitales nacionales: Edibooks, 36L (a través de Leqtor), Amabook y próximamente la compuesta por Planeta, Santillana y Random House. A ellas hay que añadir la poderosa Amazon, cuyo desembarco en España tuvo lugar a finales de 2009, el omnipresente Google Books, y otras grandes librerías, como Barnes&Noble, que de momento no tienen presencia en España. De momento.
De todas ellas, Leqtor, Amazon y Barnes&Noble tienen dispositivo lector propio: Leqtor, Kindle y Nook respectivamente. Google lanza un smart phone con aplicaciones de lectura de libros. Y el resto podría desarrollar o comprar un aparato para compra y lectura de libros en cualquier momento.
Y ahora pónganse en el supuesto de que cada una de ellas se reservara/pactara la exclusividad de venta y lectura de títulos y autores en sus respectivos e-readers. O que exigieran a las pequeñas editoriales la exclusividad a cambio de vender en su tienda (Amazon ya realiza prácticas similares con la impresión bajo demanda).
Resultado: los dispositivos de lectura «dedicados» (es decir, los que sólo sirvan para la lectura) se convertirán en un fracaso, triunfarán las aplicaciones para móviles y se piratearán pdf que puedan ser leídos en un tablet.
¿Y quiénes saldrán perdiendo a la larga? Los autores y las editoriales, que perderían ventas y verían aumentar la piratería. Los lectores, que verían limitado su acceso legal a ciertos libro digitales.
Esperemos que la avaricia no rompa el saco.
Catorc3 dice
¡El horror! ¡El horror!
Lamento ser fatalista, pero ¿cuándo la avaricia no ha roto el saco? Puede que luego se remiende, pero de buenas a primeras el panorama se presenta… movido.
Javier Luque dice
Es inevitable una guerra por los libros digitales, pero el lector no tiene por qué perder. Y los escritores, editoriales y otros agentes que sirvan de filtro para realizar una selección dentro del maremágnum digital pueden y deberían (deberíamos) impedir estos monopolios.
Un autor se consagra por sus lectores y no todo lo que nos venden los interesados en ello es necesariamente lo mejor.
Los blogs o redes de lectores, o de otros agentes que reseñen los libros que les parezcan legibles, que los clasifiquen y que los divulguen tendrían mucho que decir y podrían exigir que para ser reseñados los libros estén en formatos digitales compatibles con cualquier lector (PDF u otros formatos estándar) que impidan dos cosas injustas: un sobreprecio del libro infundado e innecesario ante unos mucho más bajos que su equivalente en papel y un monopolio que perjudica a la diversidad de creación y tiende o pretende convertir al lector en borrego teledirigido en aras de intereses económicos poco éticos.
Hoy en la red hay muchas decenas de miles (o más) de títulos ajenos a estos grandes negocios y es fácil suponer que, entre ellos, al menos algunos miles tendrían un público de ser conocidos y de estos, al menos cientos, podrían ser auténticos bombazos.
Roberto dice
Me parece que de cualquier modo, los dispositibos para leer libros y nada más no tienen demasiado futuro, el futuro será un aparatito que leerá libros, llamará por teléfono, hará videoconferencia, ofrecerá la prensa diaria, acceso a las redes sociales, navegador gps, ofrecerá música, barrerá la casa y ordenará los armarios… Si solo lee libros no llegará muy lejos.
CANutillo dice
¿Y http://www.todoebook.com ? Se os ha olvidado.
Ediciona dice
Tienes razón, se nos ha olvidado 🙁 Gracias por aportarlo
Amalia Domenech dice
Y una preguntita tonta, ?que pasara con las pequeñas librerías independientes? Sera nuestro futuro tener un especie de «borne de recarga o descarga» como se quiera, y vender a tanto la descarga de libro. ?Pero que sentido tendria esto? Se puede uno imaginar una libreria de e-books? No veo muchas alternativas…..
josé garcía dice
se confirma que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Mismos errores de la industria de la música con el resultado final más que predecible: hundimiento de la industria editorial, aumento de la piratería y como resultado cambio del modelo de negocio y monopolio… Bien para los lectores, que podrán conseguir en el momento lo que deseen y mal para la industria del libro… Dejo además una conclusión que no deja de darme vueltas en la cabeza: siendo honestos ¿realmente alguien piensa que las editoriales no se van a saltar al librero cuando de verdad los libros sean digitales?
Ediciona dice
«¿realmente alguien piensa que las editoriales no se van a saltar al librero cuando de verdad los libros sean digitales?»
Para las editoriales lo importante siempre será vender, directamente o a través del librero, por lo que seguramente utilizarán todas las vías posibles de comercialización.
La última palabra la tendrán los lectores, quienes decidirán dónde comprar. Lo harán allí donde sea más sencillo, haya más información, el servicio sea impecable, estén bien recomendados y los precios sean competitivos.
Los libreros virtuales, salvo en el tema del precio, pueden cumplir todos estos requisitos.
Ediciona dice
«¿Qué pasara con las pequeñas librerías independientes? ¿Se puede uno imaginar una librería [física] de e-books? »
La pequeñas librerías independientes lo van a tener muy difícil, así que no van a tener más remedio que adaptarse rápidamente al nuevo medio y/o especializarse. Es triste, pero muchas van a desaparecer.
Es posible que una de las salidas de las pequeñas librerías, además de la especialización en temas muy concretos, sea el print on demand. Si las máquinas de impresión y encuadernación (tipo Expresso Bok Machine) llegan a perfeccionarse y a ser asequibles, pueden convertirse en un nuevo modelos de negocio para las librerías, que podrán pasar a papel los libros digitales que tengan a la venta.
Oriol dice
Soy el único en el mundo que piensa que a lo mejor esto de los e-books acaba en nada?
Que una vez pasada la novedad y un cierto esnobismo en el que caeremos todos, al final no volveremos al libro de siempre?
En la música, el cambio de soporte (vinilo-CD-mp3) no alteraba la naturaleza de la experiencia estética (ok, en mp3 se pierden matices, etc. pero es poco perceptible). En cambio, el la lectura, realmente sí se altera. No es solo el tacto, etc. sino la individualidad que tenía cada libro. En un reader, todos son iguales…
Bueno, os pero que cuando os lancéis a mi cuello, lo hagáis ordenadamente… 🙂