María, socia de la biblioteca pública de Peñaranda de Bracamonte, centro
gestionado por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, lee un libro digital.
Foto: David Arranz
La Fundación Germán Sánchez Ruipérez (FGSR) acaba de anunciar la incorporación de libros electrónicos a sus servicios bibliotecarios y educativos como parte del proyecto «Territorio e-book». La fase piloto de este proyecto se inició en verano del presente año con la población de la localidad salmantina de Peñaranda de Bracamonte, lugar que cuenta con 6.800 habitantes y cuya biblioteca tiene más de 9.400 carnets de usuario. En 2010 el programa se extenderá al centro de la fundación en Salamanca, dedicado al público infantil y juvenil.
«Territorio e-book» no tiene sólo como fin integrar la tecnología al contexto bibliotecario y educativo, también pretende investigar cómo viven la experiencia de lectura los consumidores de libros digitales. El objetivo es poder anticipar los roles a los que el profesor, el bibliotecario, el usuario y el alumno tienen y tendrán que adaptarse con el paso del tiempo. La investigación es realizada de forma conjunta por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez y el laboratorio Orion Medialab de la Universidad Pontificia de Salamanca.
Javier Valbuena, director del Centro de Desarrollo Sociocultural de la FGSR nos explicó vía telefónica que por el momento el préstamo será sólo de libros digitales, pero en un futuro se proyecta también realizar el préstamo de dispositivos lectores. De hecho, antes de fin de año se conocerá el informe realizado en base a las experiencias de doce bibliotecarios con diversos dispositivos de lectura, y a partir de enero un primer grupo de 40 socios mayores de 55 años de la biblioteca de Peñaranda utilizarán lectores de libros electrónicos. Al respecto, Valbuena nos indicó que otros grupos como niños y padres de familia serán tomados en cuenta en una segunda fase ya que los actuales dispositivos de lectura o ereaders aún no ofrecen determinados servicios esenciales para la experiencia lectora del público infantil y juvenil como el tener pantallas a color.
Al mismo tiempo que se desarrolla esta experiencia de lectura y préstamo controlado, los usuarios habituales de prensa diaria podrán acceder, de forma abierta y libre, a diferentes periódicos usando para ello un lector de libros electrónicos. Entre otras actividades, se experimentará con la lectura de la obra, El manuscrito de Piedra, de Luis García Jambrina, editado por Alfaguara –editorial que ha cedido la licencia para la reproducción en los dispositivos digitales de lectura- con el fin de contrastar el impacto de las técnicas de dinamización.
Francisco Díaz Sánchez dice
A los que estamos habituados a la lectura del libro impreso nos va a resultar muy dificil hacernos a la idea de incorporar a nuestras vidas los vertiginosos avances que nos deparan las nuevas tecnologías de la comunicación. Pero el encanto ritual que rodea y comporta la lectura de un libro, sin duda, perderá mucho. A un libro se le escoge, se le ve, se le mima, se le acaricia, se le coje, se le abandona, se le vuelve a cojer, se coloca ordenado en su sítio, y tanto si nos ha gustado como si no, sentimos su presencia cerca de nosotros. Ese acto en sí de ir pasando las hojas, palparlas, marcarlas, anotar sensaciones al lado de un párrafo, dejarselo a un amigo…etc. Pero los tiempos mandan y a todo nos acostumbraremos. Bienvenido sea si consigue atrraer nuevos lectores, sobre todo jóvenes.