Pasear por el centro de Barcelona un 23 de abril puede ser un ejercicio un tanto desconcertante. Mientras grupos de consternados turistas disparan flashes a los puestos en los que se venden rosas y libros – es el día en que más libros se vende en toda Cataluña-, la calle transmite un ambiente especial. Hoy día hay fiesta. Y en Cataluña, la celebración es por partida doble.
Diada de Sant Jordi. La tradición popular cuenta que San Jorge, militar que servía bajo las órdenes del emperador Diocleciano, se negó a perseguir a los cristianos, por lo cual fue martirizado y decapitado un 23 de abril del año 303. El mártir pronto empezó a ser venerado como santo y su popularidad fue aumentando en la misma medida que aparecían historias fantásticas sobre su figura.
La versión más popular de la gesta de Sant Jordi, patrón de Cataluña, explica que en Montblanc (Conca de Barberà) vivía un dragón terrible que causaba grandes estragos. Para apaciguarlo, se sacrificaba al monstruo una persona escogida por sorteo. Un día la suerte señaló a la hija del rey, que habría muerto de no ser por la aparición de Sant Jordi con armadura que se enfrentó al dragón y lo mató. La tradición añade que de la sangre derramada nació un rosal de flores rojas.
Se sabe que en aquella época ya se repartían rosas a las mujeres que asistían a la misa oficiada en la capilla de Sant Jordi del Palau de la Generalitat de Catalunya en esta fecha. La rosa va acompañada de una senyera (la bandera típica de Cataluña) y una espiga de trigo. El color rojo de la rosa simboliza la pasión, la senyera al patrón de Cataluña y la espiga de trigo representa la fertilidad. La Diada de Sant Jordi, es también sinónimo del día de los enamorados, una fecha en que las personas intercambian y regalan rosas a su pareja y a sus personas queridas.
Día Internacional del Libro. La idea original de celebrar el día del libro en España fue del escritor valenciano Vicent Clavel Andrés, proponiéndola a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona. En 1930, se instaura definitivamente la fecha del 23 de abril como Día del Libro en España. La celebración arraigó de inmediato en Barcelona (ciudad que genera la mayor parte de la producción editorial de toda España) y se extendió por toda Cataluña.
Con el tiempo, en Cataluña las celebraciones por el día del libro se unieron a las de Sant Jordi, convirtiéndose en una fiesta particular. La tradición catalana de regalar rosas y libros cada 23 de abril, fue uno principales argumentos de la UNESCO para, el 15 de noviembre de 1995, declarar al 23 de abril como «Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor». La fecha tiene espacila reelevancia al coincidir con el fallecimiento de dos grandes autores de la literatura universal como Miguel de Cervantes y William Shakespeare.
Como es de suponer, en ediciona no pasamos por alto semejante acontecimiento libresco y floral. Y como siempre se empieza por casa, en el próximo post algunos miembros de Grupo Intercom contarán cómo vivieron el tradicional día de Sant Jordi.
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