¿Utilizamos la tecnología como herramienta para enriquecer la literatura o es que los nacidos bajo un teclado se acercan a la literatura desde los unos y ceros del código binario? Esa y muchas otras preguntas están presentes cada día entre los profesionales del libro, la comunicación y las humanidades en general. Para pánico de algunos y la necesaria curiosidad de otros tantos, vivimos más que nunca entre permanentes cambios.
Experimentar se vuelve, entonces, un valor. Por eso destacamos la iniciativa de Philip Kerr, Premio Internacional de Novela Negra RBA el año pasado por «Si los muertos no resucitan». El escritor escocés ha decidido difundir una novela negra vía Twitter para generar expectativas ante la nueva edición del galardón que concede RBA Libros.
La novela estará ambientada en la ceremonia de entrega del premio, que tendrá lugar el próximo 9 de septiembre en el Hotel Juan Carlos I de Barcelona. A partir del 30 de agosto y hasta el día de la premiación, el relato ideado por Kerr será difundido en pequeñas dosis a través de la cuenta Twitter @Pinn_RBA. El relato estará disponible tanto en inglés como en español.
Según trascendió, la obra ideada por Kerr para la ocasión será difundida en pequeñas dosis entre el 30 de agosto y el 9 de septiembre a través del perfil @Pinn_RBA y estará disponible tanto en inglés como en español.
Como estrategia de marketing para RBA tal vez resulte fabuloso. Ahora, Philip Kerr debe estar demasiado ávido de dólares para cometer tamaña falta de respeto a la literatura, a su propio trabajo y su nueva novela al publicar fragmentos de ella en Twitter, donde no cabe ni una sola frase entera. Es algo así como subir a YouTube tres segundos de un video musical. Una especie de microdespropósito. ¿O megadespropósito? Qué extraña manera de descuartizar su propia literatura.
Estamos llegando a los límites de la vejación literaria, de la autodenigración en pos de más y más dinero. Un apunte reflexivo al respecto: http://chill-art.blogspot.com/search/label/twitteratura
Para mi es una manera de conectar la literatura con las nuevas tecnologías. Las novelas por entregas (aunque ésta sea una entrega pequeña) no son nada nuevo. Ya lo hacía Dickens, creo recordar. Y seamos sinceros, si sólo nos dan 30 segundos para saber si nos gusta una canción, no necesitamos más que unas frases para saber si nos engancha un libro o no. No es nada sencillo. Le deseo mucha suerte, señor Kerr.