Amparo Soler fundó la editorial Castalia en 1945. Un año después, Antonio López Llausàs fundaba Edhasa desde su exilio en Argentina.
Federico Ibáñez Soler, hijo de la primera y actual director de Castalia, y Daniel Fernández, accionista y director de la editorial Edhasa, anunciaron el pasado jueves la compra del 51% de Castalia. El 49% restante irá pasando a manos de Edhasa durante los próximos cuatro años.
La editorial Castalia , que publica «las principales obras de autores españoles e hispanoamericanos de todos los tiempos, en ediciones críticas de reconocidos especialistas, así como estudios filológicos desde varias perspectivas», es conocida sobre todo gracias a su colección Clásicos Castalia.
Esta colección fue «una iniciativa de Antonio Rodríguez Moñino, un exiliado, profesor de la Universidad de Berkeley (Estados Unidos), cuyo expediente de depuración caducó en 1966. Las ideas con las que nació siguen vigentes: textos contrastados -tomados de manuscritos o de las primeras ediciones-, aparato crítico, formato de bolsillo, cubiertas plastificadas y de diseño sencillo».
En declaraciones a la prensa, tanto Ibáñez como Fernández manifestaron que no se trata de una fusión y que Castalia conservará su línea editorial, de hecho, Ibáñez continuará de momento en la dirección. Según el diario Cinco Días, «con una facturación neta conjunta que se acercará a los siete millones de euros, esta operación permitirá a ambas empresas situarse juntas en el pelotón de cabeza del sector editorial español en el ámbito de las empresas independientes, en el que compiten con grupos como Siruela, Anagrama, Tusquets y Salamandra, editora de los libros de Harry Potter.»
También según el diario Cinco Días, Daniel Fernández afirmó que «en los últimos 25 años, es la primera vez que una editorial mediana compra otra. Normalmente se integran en grandes grupos».
Aún no sabemos si alegrarnos.
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