Uno de los principios del marketing editorial en papel es que la venta empieza por la cubierta, que es lo que atrae la atención del comprador, lo que lleva al libro a sus manos y lo que puede acabar haciendo que pase por caja.
Hay editores extremadamente cuidadosos con sus cubiertas, a las que convierten en imagen de su marca editorial, haciendo que sus libros sean reconocibles entre los cientos que pueblan las librerías. Es el caso de los pequeños editores independientes, que saben que la visibilidad de sus libros depende del tratamiento que den a sus colecciones. Lo explica muy Cristina Durán, librera de Fnac, en una de las conversaciones sobre Edición independiente de los Grupos de Ediciona:
Lo primero que destacaría de esas editoriales independientes es su cuidada edición. Por fin hay editores que se preocupan de los tamaños de letras, de los márgenes, de la calidad del papel. Para la gente que es lectora es muy importante todos estos detalles. Hay ediciones magníficas con portadas realmente bellas, como dice un compañero mío. Hay editoriales, como Asteroide, con esas portadas tan fácilmente identificables encima de cualquier mesa, que poco a poco han ido poblando las mesas y también su visibilidad.
Este principio fundamental pierde fuerza en la edición digital y en la comunicación 2.0, que tendrá que reformular los principios básicos de la visibilidad en web, pero aun así no debería ser olvidado ni por los editores ni por los autores independientes que se lanzan a la autoedición.
Como recuerda Jane Friedman en un reciente post, estos son 10 de los consejos que hay que tener en cuenta a la hora de diseñar una cubierta (ojo al número 7, para el que Salamandra y Anagrama constituyen la excepción):
- El título debe ser grande y fácil de leer. Esto es hoy más importante que nunca, ya que mucha gente se encontrará con tu cubierta en una pantalla antes que en una estantería. Y yo añadiría, que el nombre del autor también debe ser legible.
- Comprueba cómo queda tu portada cuando se convierte en miniatura, porque es así como se va a ver en las webs. ¿Es la portada atractiva en un tamaño pequeño? Cada vez hay más gente que compra libros en un dispositivo Kindle o móvil, por lo que la cubierta se tiene que leer con claridad en todos los tamaños. También es conveniente comprobar cómo se ve la cubierta en una escala de grises.
- No utilices ninguna de las siguientes fuentes (¡nunca!): Comic Sans y Papyrus. Estas fuentes son sólo admisibles en los libros de humor, o si se usan intencionadamente para atraer las risas de los profesionales del diseño.
- No conviertas la cubierta en un festival de fuentes (y evita los estilos). Por lo general, una cubierta no debe usar más de dos fuentes. Y evita la tentación de poner las palabras en mayúsculas, cursivas, subrayados, etc. No des «forma» a la tipografía.
- No utilices tus diseños ni tus dibujos ni los dibujos de tus niños para la cubierta. Sólo se salvan en contadas excepciones, y es mejor dar por supuesto que tú no vas a ser una. Casi siempre es una idea terrible.
- No uses imágenes prediseñadas baratas. Me refiero a esas que viene gratis con Microsoft Word y otros programas de diseño barato. Sí que es recomendables utilizar fotografías de archivo de calidad. (En este enlace encontraréis un enorme directorio de bancos de imágenes.)
- No insertes una imagen dentro de una caja en la portada. Jane Friedman llama a esto el “diseño camiseta”. Se ve muy amateur. Y sin embargo a Salamandra y a Anagrama les ha funcionado muy bien. Aunque es cierto que esas imágenes no se ven con claridad en el tamaño miniatura de las librerías on line.
- Evita los degradados, tanto en el tamaño de las letras como en los colores
- Evita las combinaciones de colores chillones. Normalmente pretenden captar la atención de la gente, pero por lo general sólo hacen que el libro tenga un aspecto estrafalario.
- No diseñes tu propia cubierta, si puedes evitarlo. Las únicas personas que deberían considerar la posibilidad de diseñar sus propias cubiertas son diseñadores gráficos profesionales, e incluso entonces no es aconsejable. Pero cuando el presupuesto manda…
Consejo adicional: Nada de fotos de amaneceres, ni de puestas de sol, ni del océano, ni de nubes esponjosas.
Unas cuantas cubiertas que no siguen estos consejos:
SrLansky dice
Me han encantado las portadas. Qué abanico de espantos. Creo que también sería conveniente dar ejemplos de buen diseño: http://www.bookcoverarchive.com es uno de los mejores sitios.
Ediciona dice
Gracias por la sugerencia 🙂
Ilka dice
Es de lo más útil que he visto para sanear el espectro visual, tan contaminado… Puede evitar matar la criatura en el momento mismo del parto editorial…
MikelGNZ dice
¡Que grande el último! ¡Si! ¡existimos profesionales que nos dedicamos al diseño!
mariano Boza dice
De acuerdo con todos los consejos, excepto con el séptimo. Me encantan las cubiertas de Anagrama y Salamandra. Aunque también es cierto que la visibilidad de las imágenes en las librería en línea debe ser deficiente.
graciela fernandez dice
Creo que el diseño de la portada también apunta al público al que está dirigido el libro. Las novelas románticas, por ejemplo, tiene portadas cursis, pero a sus lectoras les encantan esas imágenes. Un libro con una portada desestructurada, algo naif, le está diciendo al lector que dentro encontrará un contenido sencillo y amigable, o humorístico, o intimista. Y en esto, a veces los diseñadores fallan porque primero tendrían que leer el libro, algo que no todos hacen, y recién después diseñar la portada.
Pedro dice
Buenos consejos. ¿Cuánto cuesta una revisión de portada para internet? ¿Cuánto cuesta una elaboración desde cero? Exitos.