La publicación y venta de libros autoeditados o libros autopublicados sube en el Reino Unido.
El 5% del total de libros vendidos en 2014 fueron auteditados (papel y digital)[1]. Esto se tradujo en unos ingresos de 58 millones de libras y 17 millones de unidades vendidas.
Desde el punto de vista de la edición digital, las ventas de ebooks autoeditados supusieron el 15% del total. En el primer trimestre de 2015 subieron al 16%.
Buenas noticias para los autores y para la industria del libro digital. No tan buenas para los editores, que ven cómo esa “competencia invisible” que son los autores sin editor va aumentando y consolidándose. “Competencia”, tal como suena. Sin una marca que los englobe ni un entorno profesional, por lo que muchos los subestiman, los autores autopublicados son los nuevos competidores para la edición tradicional. No entendidos de forma individual, sino como un colectivo capaz de publicar al año más libros que los que suman los grandes grupos editoriales. Y vistos así, como grupo cuyo catálogo se esparce por las librerías on line como una mancha de aceite, restando visibilidad a los libros de los editores (sobre todo de los pequeños), los autores son un elemento que hay que tener en cuenta a la hora de plantear las estrategias de marketing.
Nielsen añade más datos sobre la venta de libros autopublicados en el Reino Unido, que vienen a reforzar esta tesis:
El 23% de los compradores británicos de libros no se dieron cuenta de que la novela que habían adquirido estaba autopublicada.
Al 53% de los lectores no les importa que una obra esté autopublicada.
El 80% de los consumidores creen que los ebooks autoeditados “están igual de bien escritos que los demás [los publicados por editoriales] ebooks” y que “los nuevos autores conseguirán más ingresos por esta vía”.
Podríamos restar importancia a estas cifras atendiendo a que (siempre según Nielsen y en el Reino Unido) la mayoría de los compradores de autopublicación son “mujeres mayores” que leen “ficción para adultos –romántica y fantasía–». Pero cada vez se observan más compras en “no ficción, más fidelidad a los autores (como forma opuesta a la compra por impulso) y más compradores masculinos”.
Así pues los dos aspectos que más deberían reforzar los editores son dos:
– Imagen de marca editorial, que se asocie con una serie de rasgos diferenciales (por ejemplo, calidad en la edición y buena selección de la obras) que den valor a la editorial como marca.
– Visibilidad en tiendas on line a través del refuerzo de los metadatos de los libros.
Pero esto será materia de otros artículos.
P.S. Este artículo dio pie a un interesante en Twitter sobre la autoedición, que recogí y amplié en este post: La autoedición empieza a consolidarse como competencia para los editores tradicionales: el debate
[1] Datos aportados por Steve Bohme, director de Nielsen Books UK Research, en la conferencia inaugural del Summer Digital Book Party. Recogidos por Publishing Perspectives
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