La semana pasada hablábamos de Paulo Coelho como paradigma de autor 2.0. Hace 500 años, nuestro paradigma de autor experto en vender su obra y su nombre como marca hubiera sido Shakespeare.
Nos lo cuenta Peter Ackroyd, autor de Shakespeare: The Biography, en una entrevista que le hizo Xavi Ayén para La Vanguardia. La editorial Edhasa publicará la traducción de este libro el próximo noviembre.
Reproducimos aquí aquellas partes de la entrevista que mejor ilustran el paralelismo entre Shakespeare y los autores mediáticos de hoy en día.
¿Cuál ha sido su mayor descubrimiento?
Para mí, su profesionalismo. Esa constante dedicación a la escritura. Crea la figura del escritor comercial, así como el género del teatro histórico tal como lo entendemos. Fue el primer autor moderno, en este sentido. Lo asombroso es que compaginara eso con la proeza lingüística.
¿En qué sentido fue comercial?
Creó la idea del escritor que escucha el latido del mercado. El escritor profesional que vive de sus ventas y depende de su audiencia para triunfar y conseguir la independencia real. Fue, asimismo, un hombre de éxito, metido en negocios. Cuando pasó a ser copropietario de la compañía, se preocupaba por que los gastos fueran limitados, y en sus obras no hay efectos especiales ni mucho papel para los secundarios, porque así no les tenían que pagar los ensayos junto a los actores principales.
¿Era ambicioso?
Nadie escribe 36 obras en menos de 25 años si no hay algo muy poderoso que le impulsa a hacerlo. Sí, era enormemente ambicioso, astuto, rápido y decidido. No tuvo nada de sentimental. Económicamente, triunfó, incluso alcanzó fama como prestamista, adquirió propiedades y especuló con trigo y malta en época de carestía. Murió muy rico.
Usted muestra cómo plagiaba…
Entonces era algo normal. Robó o copió algunos versos… Las obras se iban construyendo y modificando con el tiempo, cambiaban cosas constantemente, para adaptarlas a los nuevos actores. Producía a demanda, escribía muy rápido, quería amasar una fortuna… Todas las obras que hoy tenemos como sacrosantas son, en realidad, una versión provisional.
Eso sostienen algunos autores, desafiando a la lógica. Está claro que Shakespeare colaboró con otros y que entonces había obras que hacían entre cuatro o cinco. Pero lo excepcional de Shakespeare es que precisamente él sí conservó la autoría de las obras, no se la cedió a la compañía, como era habitual. A pesar de ello, otros autores añadieron textos a los suyos, hay rasgos claros en «Macbeth» u «Otelo».
Un experto en marketing llamado Shakespeare…
Crea la figura del escritor comercial, así como el género del teatro histórico tal como lo entendemos. Fue el primer autor moderno, en este sentido. Lo asombroso es que compaginara eso con la proeza lingüística. Creó la idea del escritor que escu…