La Dirección General de Tributos ha publicado (24/3/2010) una resolución en la que introduce «la necesidad de que los libros electrónicos se incorporen a un soporte físico para que su tributación en el impuesto tenga lugar en el 4%, dado que no es posible, de acuerdo con el artículo 98.2 de la Directiva [europea] 2006/112/EC que los servicios electrónicos tributen a tipos reducidos». O sea, que las descargas de libros digitales desde Internet se consideran servicios electrónicos y no libros, y por esta razón deberán tributar el tipo de IVA ordinario, que actualmente es del 16% (con la previsión de que a partir del próximo 1 de julio se incrementará hasta el 18%).
La misma resolución también explicita que los libros en soporte CD-ROM, memorias USB (pendrive), o «cualquier otro soporte físico para su descarga en equipos de hardware», podrán acogerse al tipo de IVA super-reducido del 4 %.
Recordemos que el pasado 4 de diciembre de 2009 la Dirección General de Tributos publicaba una resolución por la que permitía la aplicación del IVA super-reducido del 4% a los libros, fuera cual fuera su formato. Esta resolución era la respuesta a la consulta vinculante formulada por la Federación de Gremios de Editores de España en torno a la comercialización de libros en formato electrónico.
A pesar de que el negocio del libro digital representa hoy por hoy un porcentaje marginal para las editoriales europeas, éstas harían bien en presionar a la Unión Europea para que reconociera que un libro digital es un libro es un libro es un libro es un libro es un libro…
Iolanda Bethencourt
Els llibres digitals gravats amb el 16% d’IVA
Margarita dice
Les sugiero que corrijan el título, que debería ser: «Los libros digitales, gravados con el 16% de IVA». No es lo mismo «grabar» que «gravar». Copio las definiciones del DRAE.
grabar
2. tr. Captar y almacenar imágenes o sonidos por medio de un disco, una cinta magnética u otro procedimiento, de manera que se puedan reproducir.
gravar
2. tr. Imponer un gravamen.
ediciona dice
Gracias por el aviso, Margarita, ha sido un lapsus de los gordos 🙂