«Leemos en The Guardian que Picador, un sello de Pan MacMillan (el octavo editor más importante del Reino Unido) ha decidido dejar de publicar ficción en tapa dura a partir de la próxima primavera, momento en que cada nueva novela aparecerá directamente en rústica al precio de 7,99 libras. Sus responsables consideran que el mercado de tapa dura es un mercado moribundo, pero no lo abandonarán del todo y publicarán ediciones limitadas en este formato de algunos títulos por un precio de 20 libras.
La cuestión tapa dura vs. rústica tiene miga. Kirsty Dunseath, directora de Weidenfeld & Nicholson, considera que publicar un libro en tapa dura demuestra la confianza del editor en aquella obra, mientras que The Friday Project confiesa que la mayoría de las novelas se publican en tapa dura porque es la única manera de que los críticos se hagan eco. “Tendrían que escribir las reseñas basándose en el contenido, no en la encuadernación”, denuncia Dunseath, a la vez que afirma que publicará versiones en rústica dos meses después de la tapa dura, que constará de una tirada de sólo 1000 ejemplares firmados y numerados.
Y entre toda esta información, encontramos algunos datos de tiradas y ventas realmente sorprendentes, como ésta: “no es extraño que una novela tenga unas ventas de menos de 100 ejemplares”, como asegura el director comercial de The Friday Project, o que Tomorrow, la última novela del ganador del Booker Gramham Swift, haya vendido sólo 4000 ejemplares desde su publicación en abril.»
Extraído y traducido del catalán del blog de JC Girbés Tirant al Cap
Patricia dice
Aunque la tapa dura adorna nuestra biblioteca y la blanda resbale, sin duda somos muchos los amantes de su contenidos y que esperamos ansiosos las ediciones en tapa blanda, que nuestra economia nos permite permitirnos mucho más. Ya han habido algunas iniciativas de publicar ambas ediciones al mismo tiempo y que sea el público quién juzgue. Yo ya he tomado mi decisión: me gusta llevar mis libros allá donde voy yo.
¿y vosotros qué opináis?