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Los lectores de libros electrónicos se están desarrollando a pasos acelerados, tanto así que cada vez urge más un dispositivo capaz de tener pantallas a color y, de competir con smartphones que ya son utilizados para leer en pantalla. ¿Qué supone desarrollar pantallas a color? ¿Qué empresas están en ello? Un reciente artículo de la revista Wired otorga un panorama del tema. Os traducimos parte del texto.
(…) ¿Cuál es el impedimento tecnológico? Para entenderlo, primer se debe entender como funciona la pantalla en blanco y negro de E-Ink (la mayor desarrollador de pantallas para ereaders del mundo). La tinta electrónica, creada por la compañía, está compuesta de millones de microcápsulas. Cada microcápsula tiene partículas blancas con cargas positivas y partículas negras suspendidas en un fluido claro. Cuando un campo eléctrico positivo se aplica, las partículas negras son atraídas al frente y se vuelven visibles al usuario. (…) Para un dispositivo electrónico, la tinta se imprime en una hoja o film de plástico, y una capa de circuitos es laminada para dirigir la tinta.
Para desarrollar una pantalla a color, E Ink tiene que colocar un filtro a su mecanismo en blanco y negro. Un flitro de color suele ter cuatro sub-píxels (rojo, verde, azul y blanco) que se combinan para crear píxels de color. Esto también implica la reducción de brillo en el dispositivo.
Los filtros de color también bloquean una buena cantidad de luz, haciendo que la pantalla se vea opaca y los colores sucios. Con lo cual, el reto para E Ink está en balancer la salida de color del filtro con la cantidad de luz que este bloquea. Si los técnicos de E Ink están en ello, esperamos que lo descubran pronto. Al respecto se nos dice:
(…) E Ink está en la carrera para producir pantallas a color en larga escala al final del próximo año. Durante una reciente conferencia en San Antonio, Texas, E Ink mostró prototipos de su pantalla a colores. Mientras tanto su rival, Kent Displays ya ha visto el color en el único ereader a colores disponible a la fecha en el mercado. El Flepia está a la venta sólo en Japón.
Otros competidores en la carrera del color en los ereaders incluyen a Pixel Qi, la compañía fundadada por Mary Lou Jepsen, quien fue directora técnica del proyecto One Laptop Per Child; y Qualcomm. Qualcomm podría mejorar Mirasol, su línea de pantallas de poca energía, e introducir una versión a color el próximo año.
La respuesta a qué pantalla será la más popular está ahora en manos de los desarrolladores de lectores de ebooks, la gran mayoría de los cuales (salvo Fujitsu con el Flepia), ya han apostado por E Ink. Y mientras se siguen desarrollando lectores y pantallas que hagan la lectura más placentera, en España aún no existen editoriales que otorguen a gran escala contenidos para estos dispositivos.
Santiago Gales dice
En relación con el último inciso del Post… es cierto que en España las editoriales van con el freno de mano puesto en cuanto al impulso del libro electrónico pero creo que antes que pedir a las editoriales que «se tiren a la piscina», habrá que ver si hay agua…
¿Existe un modelo de negocio comúnmente aceptado (alguien me lo explica…)? ¿Existen criterios unívocos en la fijación de precios…? ¿Existe una demanda contenida de libros en este nuevo formato…?
A ver si va a resultar que, en el momento actual, lo único que espera el mercado es que la digitalización masiva de los fondos editoriales sea el caballo de troya que, por la vía de las descargas ilegales, acabe por dar la puntilla a la industria editorial…
Mucho me temo que, al menos en España, ese es el modelo «de negocio» que espera y desea el mercado y a lo mejor es por eso que las editoriales desconfían de esos supuestos «brotes verdes» que los fabricantes de readers aseguran ver por todas partes…
ediciona2 dice
Hola, Santiago,
Decir que existe un modelo de negocio comúnmente aceptado en una etapa de cambios como la actual es arriesgado, pero sí podemos ver que empresas pioneras están marcando el camino: Amazon distribuye contenidos digitales a gran escala, Google lo hará a fines de este año o en 2010, también otorgan contenidos digitales empresas españolas como Bubok o Todoebook.com y existen grandes editoriales como Harlequin Ibérica que tienen una tienda especial para sus ebooks.
También podrían mencionarse los casos de Random House y Hachette. Y no sólo se trata de grandes grupos editoriales: Luarna, de España, es una editorial estrictamente digital e Ilustrae, vende en soporte de papel y en soporte digital. Cada una de estas empresas se ha atrevisdo a probar y gracias a ello están posicionándose en un mercado que funciona con una lógica distinta al mundo analógico.
En Internet, el usuario está acostumbrado a la información libre. ¿Cómo hacer que se respeten los derechos de autor? Ese es también uno de los retos para los editores. No digitalizar por temor a la piratería no sólo no forma parte de la solución, sino que incluso contribuye a que el problema persista. ¿Dónde acudirá el lector si no encuentra los contenidos que desea? Como mencionaba hace poco el post de Librería Garoa «No podemos permitir que el único sitio donde se pueda encontrar las últimas novedades sea emule».
Esa frase resume el compromiso del profesional de libro con su primer beneficiario: el lector.
Un saludo de Ediciona