Un año más visité el Salón del Cómic, y un año más me llevé una pobre impresión: enormes espacios vacíos, mucha tienda de merchandising y frikería, y grandes stands ocupados en la promoción de películas.
Las editoriales de siempre ocupaban los espacios de casi siempre, y Planeta repetía el stand-tienda de cada año. Librerías especializadas, pocas, muy pocas. Según me contaron, las grandes editoriales se reservan para sí los lanzamientos (y, por lo tanto, las ventas), retrasando la entrega de las novedades a las librerías, que desbordadas por la competencia de los editores optan por no participar en el Salón. Y es que, para el que ande despistado, éste es un Salón abierto al público, que va a comprar y a ver a sus autores favoritos.
Entre los de siempre -pero geniales como siempre-, los de El Jueves, cuyo stand estaba dedicado a la crisis.
Patxi1980 dice
De haber sabido que ibas al salon, te podria haber dicho que en el stand de autoeditores, estaba el creador de la caritacura de Akuri.
bastante de acuerdo con tu valoracion del salon, un poco desanjelado y si no fuera por las tiendas de merchandising (que todas vienen del salon del manga) habria muy poquito.
si va algun autor conocido que te interesa, merece la pena ir, porque suelen estar accesibles
Arantxa Mellado dice
¡La gran Akuri! Qué pena no haber podido saludarlo, lo hubiera felicitado. Y qué pena no saber que ibas a ir, porque habría intentado coincidir contigo.
patxi1980 dice
Al final fuimos solo el sabado un rato, sin planear ni nada… aunque nos hicimos camisetas de Akuri… atenta a mi blog.