Bezos con el Kindle DX en la conferencia del pasado miércoles
(Imagen tomada de la versión digital de The New York Times)
Cuando Amazon sacó el primer Kindle en noviembre de 2007 para vender los libros electrónicos de su librería optó por un formato propietario de lectura, es decir, en sus dispositivos sólo podrían leerse las obras en formato Kindle o Mobipocket (empresa que adquirió en 2005 y que aportaba unos miles de títulos), y también pdfs. Entonces tenía un catálogo de 88.000 libros digitales y una competencia débil en el mercado de los dispositivos de lectura. La conjunción era perfecta, y el objetivo, claro: dominar el mercado de los dispositivos de lectura a través del dominio del mercado de los contenidos. Redondo.
Un año y medio después, el catálogo de libros digitales de Amazon rebasa los 300.000, y Kindle ha tenido dos “hermanos” en menos de 4 meses: el Kindle 2 (versión mejorada del anterior) y Kindle DX (dispositivo de gran formato). Sin embargo, el horizonte de la supremacía del Kindle se ha ido emborronando desde mediados de 2008, con la aparición de dispositivos de lectura más avanzados y más usables y, sobre todo, con la irrupción en el mercado de los teléfonos móviles de última generación (smart phones) tan versátiles que reducen las llamadas telefónicas a una funcionalidad más.
Las sucesivas versiones del iPhone y las aplicaciones que se han ido creando para ellas ponen de manifiesto una causa que nosotros apoyamos: la batalla hay que librarla en el campo de la digitalización, distribución y propiedad de los contenidos, no sólo en el de los dispositivos de lectura. Las acciones llevadas a cabo por Amazon en los últimos meses sugieren que empiezan a hacerse eco de esta tesis:
– en marzo de 2009, lanzan la aplicación gratuita Kindle for iPhone, para competir con Indigo Books y Shortcovers, que venden libros digitales a través y para iPhone, y con Google, que desde febrero de 2009 también permitía la lectura de los libros de Google Books en este dispositivo. Añaden la funcionalidad WhisperSync, que sincroniza el Kindle con el iPhone de forma que el usuario conserve sus marcas de lectura en ambos.
– En abril de 2009, Amazon compra Lexcycle, la empresa propietaria de Stanza, la aplicación más popular para la lectura de libros digitales en el iPhone (más de 1,5 millones de usuarios de 60 países diferentes).
Con el frente del iPhone ya cubierto, parece que Amazon va a dar un nuevo golpe de timón a su política de formato propietario, en un nuevo paso más hacia el reconocimiento de la importancia de la distribución de contenidos. A pesar de que en enero se comunicó que el Kindle ya no admitiría la lectura de pdfs, ahora se rumorea que en un futuro (¿próximo?) Kindle se abrirá a más formatos (ePub) y que, a su vez, los libros de Amazon podrán leerse en dispositivos de lectura de otras marcas. “Esto es lo que se deduce de los comentarios que Jeff Bezos, director ejecutivo de Amazon, hizo el lunes en una conferencia en la que habló de nuevos modelos de negocio”, dice Saul Hansell en un artículo publicado en The New York Times.
Si los rumores devienen realidad y Amazon trata la venta de libros digitales como un negocio separado de la venta de Kindles, los grandes beneficiados seremos los lectores.
Otra historia es cómo se tratará el DRM (Digital Rights Managemen)del formato ePub, si Amazon lo conservará o no, o si lo reconfigurará en otro tipo de traba, pero eso lo trataremos en otro post.
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