A raíz de la reciente publicación de The Twitter Book, el libro que escribió con Sarah Milstein sobre la famosa herramienta de microblogging que ha revolucionado nuestra vida en la red, la semana pasada Tim O’Reilly publicó en el blog de su editorial la entrada «Reinventing the Book in the Age of the Web» en la que plantea una interesante reflexión acerca del cambio que está viviendo actualmente el mundo del libro. O’Reilly hace una comparación interesante con la manera como la aparición del cine fue asimilada en sus primeros tiempos por quienes querían hacer películas:
Pero simplemente poner libros en un aparato electrónico es sólo el comienzo. Como he dicho durante años, eso es un poco como apuntar con una cámara hacia un escenario de teatro y decir que el resultado es una película. Sí, eso es en parte lo que se hizo en muchas de las primera películas pero finalmente las herramientas de producción y consumo en realidad cambiaron el formato de lo que se producía y se consumía. Los ángulos de las cámaras, el ritmo, las técnicas de edición, la iluminación, el rodaje de locaciones, los efectos especiales: todas éstas innovaciones hacen de las películas (y de la televisión) de nuestros días algo completamente diferente de las primeras películas.
O’Reilly define The Twitter Book como un experimento en el que ‘se explora la manera como el medio online cambia la presentación, la narrativa y la estructura del libro y no sólo su precio y su formato’. Una muestra del resultado puede verse en esta presentación. Según O’Reilly, la innovación de The Twitter Book es la siguiente:
La Web ha cambiado la naturaleza de como leemos y aprendemos. La mayoría de los libros todavía usan el viejo modelo de una narrativa sostenida como su principio organizacional. Aquí utilizamos un modelo tipo Web de páginas autónomas, cada una de las cuales puede ser leída aparte (o al menos en un grupo de dos o tres) para destacar puntos clave, resaltar técnicas interesantes o las mejores aplicaciones para una tarea dada. Como los fundamentos son tan sencillos, no hay necesidad de repetirlos como lo hacen muchos libros técnicos. En cambio podemos confiar en el lector para suministrar (una buena parte de) el marco narrativo implícito y saltar directo a los puntos en los que podría no haber pensado todavía.
Interpretamos el planteamiento de O’Reilly como una invitación a aprovechar este momento de cambio para probar nuevos modelos de escritura, de edición, de lectura y de aprendizaje. Y vosotros, ¿conocéis otras experiencias similares?
[…] producción y consumo en realidad cambiaron el formato de lo que se producía y se consumía. Vía blog.ediciona.com/reflexion-y-experimento-de-tim-oreilly-sobre-los-con/ sin comentarios en: tecnología, internet karma: 14 etiquetas: libro, web, adaptacion votos […]